Cada 22 de marzo se conmemora el día mundial del agua para recordar a los seres humanos la importancia de este preciado recurso y la necesidad de encontrar las mejores soluciones para sostenerla.
Redacción: Mayra Alejandra Silva Casas
La idea de celebrar este día internacional se remonta a 1992, año en el que se organizó la Conferencia de las Naciones Unidas con el tema del Medio Ambiente y el Desarrollo en la ciudad de Río de Janeiro. Ese mismo año, la Asamblea General adoptó la resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, siendo 1993 el primer año de conmemoración.
Hoy en día la celebración se reduce a concientizar sobre la crisis mundial del agua y la necesidad de entender el valor que tiene no solo para los seres humanos sino de igual manera para todas las especies de la tierra. El agua es un recurso de vida que se encuentra amenazado por el crecimiento de la población, por el daño que causamos a los recursos y el desperdicio que le damos a la misma.
Las Naciones Unidas tienen como objetivo de desarrollo sostenible agua y saneamiento para todos antes del año 2030, pero ¿cómo se puede cumplir este objetivo si hay territorios en el mundo que no cuentan con recursos para abastecer las necesidades de la población?, el ingeniero ambiental, Edward López, asegura que por ello, la directriz va dirigida para todos los países, que desde sus gobiernos con las políticas que implementan en su entorno, desde los ordenamientos ambientales de los Estados y desde luego, las organizaciones de base, se logrará realizar este objetivo, sin embargo, se deben resolver otros temas como; la pobreza, la corrupción, equidad y justicia, sin ello, puede resultar difícil superar las problemáticas en torno al abastecimiento, dado que El Estado no esté presente en territorios alejados o proyectos de saneamiento básico y se da prioridad al uso del agua en diferentes ámbitos, como los políticos o económicos, entre otros aspectos importantes que se deben destacar.
Por otro lado, el ingeniero López, menciona que “no se puede desconocer que las nuevas generaciones que vienen asumiendo liderazgos a través del cambio de actitud hacia posturas más “limpias”, pensamientos ecológicos-comunitarios, activismo ambiental, familias más conscientes de la situación que enfrentamos, aportan cotidianamente con la apropiación y protección de áreas naturales que ofrecen servicios y bienes ambientales a territorios de diferentes escalas”.
En Colombia los páramos son la fuente del 70% de agua dulce, un recurso sin el cual difícilmente se lograría vivir. Es un lugar privilegiado ya que su clima frío y suelo orgánico, son ideales para recoger, filtrar y regular el agua que llega por las lluvias, el páramo libera agua limpia y pura de forma constante.
Actividades como la minería, los cultivos a gran escala y ganadería extensiva en páramos, destruye la estructura ecológica desde compactación de suelos, la remoción de la capa vegetal, la contaminación de agua en su nacimiento, cambio de la composición de flora, entre otros, generan que el abastecimiento de aguas disminuya considerablemente y en cadena, afecte el desarrollo de las comunidades locales y regionales, así lo afirma el ingeniero ambiental.
En el mundo hay más de 2200 millones de personas que no cuentan con agua potable en sus hogares, es de vital importancia el cuidado del agua dulce pues es un recurso fundamental para la humanidad y se está agotando, muchos países ya tienen conflictos políticos por el dominio de los recursos naturales, principalmente por el agua, ya que estos no tienen reservas de la misma y pueden generar guerras a nivel mundial que no se ven muy lejanas.