Con el estreno de la película Sonido de Libertad, la Colectiva Olga Castillo expresa su rechazo a la impunidad que hoy sigue cobijando a militares estadounidenses de delitos sexuales que perpetraron a niñas menores de edad víctimas que hoy siguen esperando justicia.
Redactado por: Alia Luna Guerrero Parra, estudiante de Comunicación Social-Periodismo de la FULL.
Libertad definida como seguridad garante de ser y sentir sin miedo. Esa idealizada percepción ha sido el sueño de múltiples mujeres que hoy atraviesan el flagelo de ser silenciadas, vulneradas y abandonadas en Colombia, uno de estos casos es el de Olga Lucía Castillo, madre de Jessica Beltrán, quien fue abusada sexualmente cuando contaba con apenas 12 años de edad.
Por esta razón, el pasado sábado 26 de agosto se vivió un plantón en conmemoración de 16 años de impunidad del abuso de Jessica, y en exigencia de justicia por los más de 54 abusos registrados a niñas menores de edad perpetrados por militares estadounidenses, entre estos casos, el de una menor quien al observar el video de su abuso le llevó a terminar con su vida.
Entre lágrimas y el frío melancólico de la injusticia, muchas personas se reunieron con el fin de alzar su voz y llenar de compañía a Olga. A través del mensaje de “tu lucha también es mi lucha», se sintió el sororo abrazo de fuerza, resistencia y amor. Aunque se esperaba que fuera un espacio rebosante de euforia, las lágrimas fueron inevitables al oír el testimonio de esta gran mujer y apreciar el dolor de una madre frente al abandono del Estado y la sociedad.
Los aplausos fueron indudables protagonistas cuando Olga emitió el diagnóstico médico sobre su cáncer: sus huesos no están comprometidos. Hasta el día de hoy se resalta que ella no ha tenido acceso a sus quimioterapias y el Estado en su negligencia ha dejado que su cáncer de seno avance hasta el punto de comprometer sus pulmones, el pensar que su voz se puede apagar y extinguir en cualquier momento deja un vacío desolador en los corazones de quienes la acompañan en su constante lucha, que han sido testigos del dolor físico y emocional que ha atravesado en la búsqueda de justicia, convirtiéndose en inspiración.
Con mensajes como: El Estado es cómplice, mi cuerpo no es territorio de guerra, y fuera gringos de Colombia; la Colectiva Olga Castillo representó su rechazo e indignación a las bases militares estadounidenses en Colombia y a la inmunidad que ha cobijado a los señalados abusadores de niñas colombianas todos estos años. Además, se ratificó el compromiso con Olga, Jessica y todas las mujeres que han sido víctimas de la impunidad y el abandono con mensajes de «Yo sí te creo» y «No estás sola».
Por último, la Colectiva invita a firmar el change.org: https://chng.it/7Sy78FKgpL. Este busca la recolección de firmas para que el gobierno escuche y de garantías a Olga Castillo.
