Redactado por: Naidelith Zamora.
Estados Unidos se posiciona como mediador entre dos aliados estratégicos tras la decisión del presidente de la República, Gustavo Petro, de quebrar relaciones diplomáticas con Israel durante su intervención en la marcha del Día Internacional de los Trabajadores, el pasado 1 de mayo con la frase “Si muere Palestina, muere la humanidad y no la vamos a dejar morir”. En un gesto destinado a facilitar el diálogo y el restablecimiento de los lazos entre ambas naciones, el gobierno estadounidense ha hecho un llamado a la reconciliación.
Luego de que el mandatario colombiano lo expresara públicamente, el canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, oficializó la ruptura de relaciones diplomáticas el 2 de mayo, marcando así, un hito en la relación entre Colombia y el gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
En una declaración emitida este viernes 3 de mayo, Estados Unidos expresó su deseo de promover la continuidad del diálogo y la restauración de las relaciones diplomáticas entre los socios estratégicos. «Mantenemos relaciones sólidas tanto con Colombia como con Israel. Instamos a un diálogo continuo y al restablecimiento de relaciones diplomáticas entre estos dos socios valiosos», afirmó el funcionario estadounidense en su pronunciamiento.
Es importante destacar que, a pesar de las críticas y preocupaciones generadas por esta decisión en Colombia, el Gobierno Nacional ha manifestado y dado claridad en el tema, que no está dirigida contra el pueblo israelí ni las comunidades judías, y que los lazos históricos de amistad y colaboración permanecerán intactos. La medida tomada por el presidente Petro se centra específicamente en el gobierno del primer ministro Netanyahu, quien ha sido objeto de críticas a nivel nacional e internacional por sus acciones en Gaza.
Para finalizar, la decisión de romper relaciones diplomáticas no tomó por sorpresa a muchos líderes políticos y miembros de la oposición del presidente Petro, quienes habían observado con atención sus fuertes críticas a los bombardeos israelíes en Gaza, denunciados como un «genocidio» y comparados con los crímenes nazis de la Segunda Guerra Mundial.