reclutamiento infantil en Colombia

En Colombia, el reclutamiento infantil en el conflicto armado sigue siendo una tragedia que ha marcado generaciones y persiste en el presente. A pesar de los esfuerzos por avanzar hacia la paz y la reconciliación, las cifras muestran que más de 18.600 niños y adolescentes han sido reclutados por grupos armados ilegales en las últimas décadas. Este fenómeno, además de ser parte de la historia, sigue ocurriendo en regiones rurales y marginadas del país.

A pesar de los avances en el proceso de paz, el reclutamiento de menores por facciones armadas, como las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, continúa impactando a Colombia, afectando particularmente a los pueblos indígenas y afrocolombianos.

Igualmente, la justicia transicional, a través de la JEP, está abordando las responsabilidades de quienes han estado al mando del reclutamiento infantil, mientras que las comunidades más vulnerables siguen sufriendo las consecuencias de una guerra interminable.

La JEP imputa a seis excomandantes de las FARC por el reclutamiento forzado de niños

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), encargada de esclarecer los crímenes cometidos durante el conflicto armado, ha dado un paso importante al imputar a seis excomandantes de las FARC por el reclutamiento forzado de al menos 18.677 niños y adolescentes entre 1971 y 2016. En una rueda de prensa, los magistrados de la JEP expusieron que, a pesar de que los reglamentos internos de las FARC prohibían el reclutamiento de menores, los altos mandos de la guerrilla no tomaron medidas para prevenir los crímenes, que incluyen torturas, violaciones y abortos forzados.

Los excomandantes imputados son:

  • Rodrigo Londoño (Timochenko)
  • Jaime Alberto Parra (El Médico)
  • Milton Toncel (Joaquín Gómez)
  • Pastor Alape
  • Pablo Catatumbo
  • Julián Gallo (Carlos Antonio Lozada

Estos militantes han aceptado su responsabilidad por lo sucedido. Sin embargo, el tribunal aclaró que, aunque no hay pruebas de que alguno de ellos haya dado órdenes directas para perpetrar estos abusos, todos estaban al tanto de los hechos y no intervinieron para detenerlos. Las víctimas, en su mayoría niños y adolescentes, fueron sometidas a una brutalidad indescriptible: reclutados bajo amenaza, engaños o persuasión ideológica, muchos sufrieron abusos sexuales, violencia física y psicológica, y condiciones de vida insoportables.

En su informe, la JEP destacó la magnitud de los abusos contra las niñas y niños involucrados, que, en muchos casos, no solo fueron forzados a luchar, sino también a soportar situaciones de violencia sexual, trabajo forzado y, en algunos casos, la muerte. La exposición constante a la violencia durante su participación en el conflicto dejó secuelas profundas en su salud física y mental. En el contexto del reclutamiento infantil, la JEP subraya que la vulneración de los derechos de los niños constituye una grave violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH), que prohíbe el reclutamiento de menores de 15 años en conflictos armados.

El aumento del reclutamiento infantil en 2024: comunidades indígenas y afrocolombianas, las más afectadas

El informe más reciente de la JEP muestra una alarmante tendencia al alza en el reclutamiento de menores de edad en 2024, con más de 160 casos registrados en lo que va del año. Las regiones más afectadas continúan siendo el Pacífico colombiano, con departamentos como Chocó, Nariño, Valle del Cauca y Putumayo en el epicentro del fenómeno. El reclutamiento de niños, niñas y adolescentes sigue siendo un modus operandi común de las disidencias de las FARC, que se destacan por su estrategia de captar a jóvenes vulnerables con promesas de soluciones económicas y sociales que en realidad los arrastran a la violencia.

Andrés González Díaz, director del Centro de Estudios sobre la Paz de la Universidad Externado de Colombia, enfatiza que la situación es particularmente grave para las comunidades indígenas y afrocolombianas. De los más de 160 casos registrados en 2024, cerca del 50% involucra a niños y adolescentes de pueblos indígenas.

La pobreza, la falta de oportunidades y la violencia en el hogar son factores que facilitan este fenómeno. Los grupos armados ilegales explotan estas condiciones, utilizando tanto amenazas directas como engaños sobre posibles «salidas» a su situación de miseria. González subraya que, en este contexto, el reclutamiento de menores es una violación flagrante de los derechos humanos, y advierte que es urgente implementar medidas de prevención y monitoreo a nivel internacional.

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Reclutamiento de menores en territorios olvidados: el futuro de la niñez colombiana en juego

El reclutamiento infantil en Colombia, particularmente en las zonas más remotas y olvidadas del país, es una manifestación brutal de cómo los conflictos armados perpetúan un ciclo de violencia que afecta a las generaciones más jóvenes. En regiones como el Bajo Putumayo, los grupos armados ilegales han intensificado sus esfuerzos de captación, ofreciendo incentivos materiales como dinero y armas para atraer a adolescentes.

Los niños, ante la falta de opciones para mejorar sus condiciones de vida, a menudo ven en estos grupos una forma de escapar de la pobreza y la violencia de sus comunidades.

La Defensoría del Pueblo ha registrado un alarmante incremento de casos de reclutamiento infantil en 2024, con 282 reportes en lo que va del año, siendo la mitad de ellos vinculados a comunidades indígenas.

La Defensoría ha señalado que los esfuerzos de prevención deben centrarse en las escuelas y en las comunidades más vulnerables, donde el acceso de los grupos armados a los jóvenes es más fácil.

Para las autoridades y organizaciones de derechos humanos, este recrudecimiento del fenómeno del reclutamiento infantil pone en evidencia que el conflicto armado sigue alimentándose de la explotación de niños y adolescentes, y que la paz en Colombia no puede alcanzarse sin una intervención efectiva en la protección de la niñez.

Prevención del reclutamiento: acciones de la Defensoría del Pueblo

En noviembre de 2024, la Defensoría del Pueblo organizó una actividad en Manizales para sensibilizar a estudiantes sobre los peligros del reclutamiento forzado. Con la participación de más de 80 estudiantes, la Defensoría destacó la importancia de prevenir el uso de niños, niñas y adolescentes en conflictos armados.

Según el informe de la Defensoría, el 65% de las víctimas de reclutamiento infantil en 2024 son niños y adolescentes, y el 50% de los casos involucra a pueblos indígenas, especialmente en departamentos como Cauca, Putumayo y Valle del Cauca. La entidad instó a la sociedad y al Estado a trabajar de manera conjunta para erradicar esta grave violación de los derechos humanos.

La Defensoría también explicó a los estudiantes las estrategias utilizadas por los grupos armados, que incluyen desde el reclutamiento directo en las escuelas hasta el uso de redes sociales para atraer a los jóvenes.

El reclutamiento infantil en Colombia es un problema persistente que afecta tanto al pasado como al presente del país. A pesar de los esfuerzos por avanzar hacia la paz, las comunidades más vulnerables, especialmente los pueblos indígenas y afrocolombianos, siguen siendo las principales víctimas de esta trágica práctica. La justicia transicional y las iniciativas de prevención, como las de la Defensoría del Pueblo, son esenciales para evitar que más niños sean arrastrados a la violencia.

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