Redactado por: Dayan Pinillos. Producción Periodística e Investigativa
En un comunicado divulgado este domingo, el Frente de Guerra Occidental Ómar Gómez del Ejército de Liberación Nacional (ELN) informó que levantará su paro armado en el departamento de Chocó a partir de las 6 a.m. del lunes festivo 19 de agosto. Esta medida, que comenzó el 11 de agosto, ha tenido un impacto devastador en la región, confinando a miles de personas y resultando en la muerte de tres individuos, incluidos dos bebés y una mujer embarazada.
La decisión del ELN de cesar las hostilidades llega en un momento crítico, marcado por una creciente crisis en las negociaciones de paz con el Gobierno nacional. La gobernadora de Chocó, Nubia Córdoba-Curi, ha confirmado que el paro armado dejó a 50,000 personas confinadas en 10 municipios y afectó gravemente a 38 instituciones educativas, con cerca de 22,000 estudiantes, 300 de ellos en la subregión de San Juan, que no pudieron presentar las pruebas Saber 11. Además, la escasez de alimentos y medicinas ha exacerbado la crisis humanitaria en la región.
Dos días antes del anuncio, diversas organizaciones, como la Ruta Pacífica de las Mujeres del Chocó, habían solicitado urgentemente al Estado que tomara medidas efectivas para garantizar la seguridad y protección de las comunidades afectadas. El presidente Gustavo Petro también desmintió rumores sobre un posible incremento en los bombardeos del Ejército Nacional en las áreas de influencia del ELN. A pesar del levantamiento del paro, las organizaciones que acompañan a la población en Chocó siguen instando a la guerrilla a respetar la vida de los civiles y a detener las hostilidades.
El fin del paro armado ofrece un respiro a las comunidades afectadas, pero también subraya la urgencia de avanzar en las negociaciones de paz y encontrar una solución sostenible para el conflicto. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si las partes pueden superar las diferencias y trabajar hacia una paz duradera, mientras la población de Chocó espera con ansias el retorno a la normalidad y la restauración de sus derechos fundamentales.













