Por Eduard Nicolás Hernández Escucha y Karen Vanessa Torres Talero
¿Cuántas veces al año compra ropa? Tal vez la emoción de estrenar una prenda nueva le lleva a adquirir más de lo necesario. Pero ¿alguna vez se ha preguntado cuánto contamina la ropa que lleva puesta? ¿Sabía que detrás de cada camiseta, pantalón o vestido hay un impacto ambiental que muchas veces ignoramos? Imagine que cada prenda de su armario pudiera contar su historia: litros de agua consumidos, químicos utilizados y kilómetros recorridos hasta llegar a tus manos.
Piense en ese pantalón favorito o en la camiseta que lleva puesta ahora mismo. ¿Sabe de dónde viene? ¿Qué tan lejos viajó para estar con usted? La industria textil, es la segunda más contaminantes y sigue dejando huellas en el planeta. Sin embargo, hay una manera diferente de hacer las cosas.
Del fast fashion al consumo consciente con la moda circular
La moda rápida o fast fashion, ha dominado el mercado durante años, pero a un precio que el planeta no puede pagar. Produce aproximadamente el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, en gran parte debido al uso de poliéster y otras fibras sintéticas, esto de acuerdo con un artículo de Nacional Geographic.
Además, la industria textil se caracteriza por su intensivo uso de agua. IAgua explica en su página web que, para fabricar una sola camiseta de algodón se requieren 2.700 litros de agua, ¿sabía que esto es equivalente al consumo de una persona durante dos años?
El impacto no se detiene ahí; datos proporcionados en un artículo de Boston Consulting Group (BCG) revelan que, alrededor del 20% de la contaminación industrial del agua proviene de los tintes y procesos textiles.
Adicionalmente, según Gaceta UNAM y Diario El País, la producción de ropa genera cada año, aproximadamente 500 mil toneladas de microplásticos que llegan a los océanos. Por otro lado, cada año se generan 92 millones de toneladas de residuos textiles, se estima que el 73% termina en vertederos o es incinerada, aumentando aún más las emisiones. ¿Es esta la realidad que queremos prolongar?
Ante este panorama, la moda circular emerge como una alternativa que busca romper con la moda lineal de «producir, usar y desechar». Este modelo promueve la recuperación, reutilización y reciclaje de prendas y materiales, prolongando la vida útil de los productos y optimizando el uso de recursos.
Reducir, reutilizar y renovar: el impacto positivo de la moda circular
La moda circular es un modelo de producción y consumo inspirado en la economía circular, su objetivo principal es disminuir el desperdicio y aprovechar al máximo los recursos ya existentes. A diferencia del modelo tradicional, la moda circular busca extender la vida útil de los productos, tejidos y materiales el mayor tiempo posible.
Diferencias entre la moda lineal y la moda circular
El camino hacia un cambio necesario
Ahora imagine que esas mismas prendas de su armario no fueran descartadas, sino transformadas. La moda circular ofrece justo eso; un modelo donde la vida útil de la ropa se extiende al máximo, los recursos se aprovechan y, además de promover nuevos modelos de negocio, genera oportunidades de empleo.
¿Alguna vez ha modificado una prenda?
Imaginación y recursividad, así modifica una prenda la Tiktoker Emily León quien le da una nueva oportunidad a un pantalón.
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Dos ejemplos destacados de esta tendencia en Bogotá son El Baulito de Mr. Been, y Herbario Vintage, ambos son emprendimientos locales de ropa de segunda mano. El baulito, ha logrado consolidarse con cuatro locales en funcionamiento, ubicados en distintos puntos de la ciudad.
Por su parte, Herbario Vintage, creado por la Tiktoker Emily León; reúne cuatro marcas enfocadas en la moda sostenible: Dreizen, Leteo Vintage, Mahalo y Vulture Cult. Su establecimiento está ubicado en la Carrera 15 #35-12 en Teusaquillo, allí se encuentran prendas de diversos estilos, accesorios y calzado.
Claudia Ortiz, administradora de uno de los locales del Baulito, ubicado en la Av. Caracas #65a-66, atribuye el éxito a la oferta de prendas de marcas reconocidas a precios asequibles, lo que ha atraído a una clientela diversa, de todas edades y profesiones. “La ropa de segunda mano tiene un gran atractivo porque permite acceder a calidad, variedad y marcas reconocidas como Adidas y Nike sin altos costos”, explica Claudia.
También, explica que, la mercancía proviene de diferentes países de América, como se puede escuchar en lo que comenta Claudia de sus productos en el siguiente audio:
Moda circular igual a versatilidad
Marcas como Patagonia y Eileen Fisher han integrado la reventa y reparación de ropa en sus modelos de negocio, alineándose con las demandas del mercado por opciones más sostenibles. Además, de acuerdo con un informe de GlobeScan/SustainAbility Institute de 2023, Patagonia fue considerada el principal líder en sostenibilidad corporativa.
Gracias a plataformas de reventa en línea como Vinted, GoTrendier y The RealReal, usted puede contribuir desde la comodidad de su hogar a la moda circular, ofreciendo y adquiriendo prendas a precios más asequibles. Karol Vallejo, estudiante de diseño gráfico y cliente habitual de tiendas de segunda mano, compartió su experiencia utilizando la plataforma GoTrendier.
Barreras en el camino hacia una moda más sostenible
No obstante, la moda circular enfrenta importantes obstáculos que dificultan su adopción en gran escala. Entre ellos se destacan los costos de producción más altos debido a los procesos de reciclaje y al uso de materiales sostenibles, que, como lo registra World Economic Forum (WEF) pueden ser hasta un 20% más costosos que los materiales convencionales, lo que encarece la moda circular y la hace menos competitiva frente a la moda rápida.
A demás, la infraestructura y la logística necesarias para recolectar y clasificar textiles aún son limitadas, complicando su reutilización eficiente; actualmente, el 75% de los textiles desechados terminan en vertederos por la falta de sistemas adecuados para su recuperación, según WEF.
Lograr un cambio en el comportamiento del consumidor también sigue siendo un reto, ya que, aunque existen innovaciones en moda circular, la mayoría de los consumidores siguen prefiriendo la moda rápida, esto resalta la importante necesidad de una mayor educación y sensibilización para fomentar hábitos de consumo sostenibles.
En el siguiente audio podrá escuchar a Deisy Rodríguez, especialista en Fashion Stylist, con posgrado en comunicación y periodismo de moda y con un magister en neuromarketing, quien explica los desafíos de la moda circular en Colombia. Resalta dos puntos que todos debemos tener presentes para tomar conciencia.
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Cuidar del medio ambiente desde el armario: El rol de la moda circular
Según un artículo de Rutina Sustentable, cada año, se utilizan más de 200 mil millones de metros cúbicos de agua para la producción de algodón.
Adicionalmente, el artículo menciona que, aproximadamente, en un solo ciclo de lavado de ropa pueden liberar hasta 700.000 fibras de microplásticos, y de las 3.2 millones de toneladas que llegan a contaminar el medio ambiente cada año, un 35% proviene del lavado de textiles sintéticos.
Según el informe “A New Textiles Economy: Redesigning Fashion´s Future” de la Fundación Ellen MacArthur, a presar del volumen de producción, menos del 1% de la ropa fabricada se recicla en nuevos textiles, mientras que el 73% termina en vertederos o es incinerado.
Un claro ejemplo del impacto de estos residuos es el desierto de Atacama en Chile, donde se han acumulado enormes cantidades de ropa desechada proveniente de diferentes partes del mundo.
Este vertedero, ubicado en una de las zonas más áridas del planeta, refleja las consecuencias de la sobreproducción textil y el consumismo desmedido.
Eida Torres, docente y psicóloga con un magister en desarrollo educativo y social, señala la importancia de generar una conciencia social para evitar un consumo innecesario, e implementar una educación ambiental más fuerte.
La industria de la moda tradicional también contribuye significativamente a las emisiones de carbono. Según el estudio “Fashion’s Dirty Secrets” del Environmental Audit Committee del Parlamento del Reino Unido, este sector es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono, superando a sectores como el transporte marítimo y la aviación.
Estos datos resaltan la necesidad de adoptar modelos sostenibles como la moda circular, que no solo apuestan por una producción más limpia, sino que también permiten una transición hacia un consumo responsable y consciente.
Deisy Rodríguez, explica que, para generar conciencia ambiental en el sector de la moda, las marcas deben adoptar estrategias de responsabilidad social y ambiental, generando narrativas más emocionales para los consumidores. Según Rodríguez, cuando los consumidores eligen productos de estas marcas, se convierten en agentes de cambio, apoyando prácticas sostenibles.
Deisy añadió, que la sostenibilidad en la moda va más allá de lo económico y abarca aspectos sociales, culturales y políticos y ambientales. Rodríguez resalta que el algodón no siempre es sinónimo de sostenibilidad, ya que su producción es altamente contaminante.
En su concepto, el compromiso del sector debe alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, firmados en 2015 con proyección a 2030, especialmente en una industria que, después de los hidrocarburos, es la segunda más contaminante. La experta subraya que, contrariamente a las tendencias pasajeras, la moda circular busca una transformación profunda y duradera en el consumo responsable.
Ante la problemática ambiental que la moda rápida representa, la moda circular se presenta como una solución innovadora y sostenible. En primer lugar, la moda circular contribuye a la reducción de residuos textiles. Al prolongar la vida útil de las prendas, se disminuye significativamente la cantidad de ropa que termina en vertederos o incineradores.
Además, está práctica tiene un impacto directo en la disminución de las emisiones de dióxido de carbono. Al reducir la necesidad de producción de nuevas prendas, se evita gran parte del impacto ambiental asociado con la fabricación industrial, especialmente en procesos intensivos como el teñido y el transporte.
Otro beneficio crucial es el ahorro de agua y recursos naturales. Ya que, como se mencionó anteriormente, la producción de textiles convencionales requiere grandes cantidades de agua, energía y materias primas, como algodón y fibras sintéticas.
La moda circular, al fomentar el reciclaje y reutilización, disminuye considerablemente el consumo de estos recursos valiosos, lo que es especialmente importante en un contexto de creciente escasez de agua en muchas regiones del mundo. Adicionalmente, se logra una menor contaminación química, al reducir el uso excesivo de tintes, pesticidas y productos químicos que afectan tanto al medio ambiente como a la salud humana.
La moda circular fomenta el ecodiseño, una práctica que busca crear prendas que sean más sencillas de reciclar, biodegradables o elaboradas con materiales reciclados. Esta iniciativa sigue tres principios claves para abordar la problemática ambiental y de residuos:
- Tejidos sostenibles y fabricación innovadora: Mediante la utilización de materiales ecológicos como algodón orgánico, cáñamo, y fibras recicladas.
- Reparación, reventa, alquiler y reciclaje: Incitando a los consumidores a reparar y mantener sus prendas para extender su vida útil. También fomenta la reventa y alquiler, así como el reciclaje de prendas viejas.
- Reposición de recursos y uso de energía renovable: Tiene como objetivo reponer los recursos que utiliza, como la adopción de prácticas agrícolas regenerativas para fibras naturales como el algodón. A demás la industria está implementando las fuentes de energía renovables, reduciendo su huella de carbono.
Moda en transición sostenible
En Bogotá, cada vez más diseñadores están adoptando el enfoque de la moda circular, lo que los lleva a crear ropa que no solo sea estéticamente agradable, sino también funcional y de larga duración.
Eida Torres, explica que este fenómeno tiene también un apego psicológico importante, “No hay apego con la ropa, sino con la moda, pensando que siempre tengo que estar a la moda”, añadió. Eida también explica que, la sociedad de consumo y la industria han fomentado un consumo impulsivo y dopaminérgico, dónde la novedad se convierte en adicción.
Por otro lado, un artículo de Vogue México destaca cuatro tendencias clave en la moda sostenible para 2024. La colaboración entre industrias es esencial, reflejada en normativas como la prohibición de destruir productos no vendidos en Europa.
También se promueven innovaciones como la producción bajo demanda, que busca minimizar desperdicios fabricando solo lo necesario, los tintes ecológicos que reemplazan sustancias tóxicas por colorantes naturales y, por último, se impulsa el uso de materiales a base de algas, biodegradables y de bajo impacto.
La industria de la moda está adoptando nuevas tecnologías para ser más sostenible. Un artículo del Blog Sustainably Kind Living destaca dos prácticas innovadoras y amigables con el medio ambiente:
- Impresión digital sobre tejidos
Esta técnica esta revolucionando los procesos de teñido e impresión, ya que, permite ahorrar agua y reduce la necesidad de utilizar productos químicos nocivos, minimizando la contaminación ambiental.
- Tecnología de tejido 3D
Al utilizar tecnología 3D, las prendas de vestir se pueden producir como una sola pieza, reduciendo el desperdicio, creando prendas más cómodas para los consumidores, y aumentando su vida útil.
Un modelo transformador hacia un futuro más sostenible y responsable
La moda circular se presenta como una alternativa sostenible y necesaria frente a los modelos tradicionales de consumo y producción que predominan en la industria textil. Este enfoque no solo fomenta un uso más eficiente de los recursos, sino que también busca un cambio en la mentalidad de los consumidores.
Modelos como la reventa, el reciclaje y el alquiler de prendas, generan nuevas oportunidades de empleo y, adicionalmente, contribuyen a la creación de un mercado más accesible y diverso. Sin embargo, las dificultades en la adopción masiva de estos modelos y la necesidad de cambio en la cultura de consumo aún son obstáculos evidentes.
Finalmente, los casos de éxito demuestran que la moda circular no es una tendencia pasajera, sino un verdadero cambio en la forma en la que percibimos la moda. Con el apoyo de consumidores conscientes y la innovación en los modelos de negocio, la moda circular tiene el potencial de transformar el sector textil, haciéndolo más ético, sostenible y orientado hacia el futuro.