
Las construcciones de la nueva troncal de TransMilenio han afectado en gran medida a los comerciantes y transeúntes de la avenida 68, quienes esperan su pronta finalización.
Redactado por: Sara Barón Corzo
Las obras en la Avenida 68 en Bogotá son parte de un proyecto para crear una troncal de TransMilenio y una alimentadora del Metro. Se están construyendo carriles mixtos y de TransMilenio, estaciones, puentes vehiculares y peatonales, ciclorrutas y se está reemplazando la red de alcantarillado pluvia. A pesar de que la obra se encuentra lista en un 70%, su entrega final se realizara hasta el 2027. Lo que se espera recibir son:
- 21 estaciones de TransMilenio.
- 5 puentes vehiculares, 11 peatonales.
- 5 deprimidos peatonales.
- 2 deprimidos vehiculares.
Este informe especial, basado en testimonios de inspectores, comerciantes, transeúntes y conductores, revela la compleja dinámica de este proceso constructivo, marcada por desafíos en seguridad, comunicación y, especialmente, afectación a la movilidad urbana.
La vigilancia y el control en la Avenida 68 recaen en equipos como el de Andrés Rojas, Inspector de Seguridad y Salud en el Trabajo, quien indicó que su trabajo, iniciado en 2021 y actualmente en etapa de mantenimiento, ha cumplido con los cronogramas definidos. Sin embargo, los frentes de trabajo son focos de riesgo.
La inspectora Luisa Fernanda Andrade ha registrado dos accidentes en un mes, atribuyendo estos incidentes a la imprudencia de los transeúntes que “no respetan las señales y ellos mismos ingresan.” Por su parte, el inspector Rojas señaló que, en su sección, los incidentes de seguridad fueron internos, con los contratistas.
Seguridad Ciudadana y Factores de Inseguridad
El impacto de la obra se extiende más allá de los límites de la construcción. El inspector Rojas identificó cómo los cerramientos exacerban la inseguridad, ya que “se propicia para los hurtos” al atraer a personas que buscan material y al crear “pasos peatonales muy reducidos”, lo que incomoda a los ciudadanos.
En cuanto a los retrasos en la ejecución, Rojas explicó que son multifactoriales, incluyendo la necesidad de múltiples permisos (IDU, movilidad, distrito), además de variables internas como la disponibilidad de materiales y las condiciones climáticas.
La supervisión del proyecto es constante. Rojas y Andrade confirmaron que la interventoría junto con el IDU realiza seguimientos y visitas semanales (incluso ha habido visitas del alcalde y auditorías), asegurando que los protocolos se cumplan.
Para la ciudad, el problema más visible y doloroso es la congestión. Kevin Pérez, un conductor del SITP que transita la Avenida 68 todos los días, se ha visto “bastante afectado, atribuye los monumentales trancones a la falta de orden en la ejecución de la obra, sugiriendo: “Que terminen primero una parte y ahí sí destapen la otra, porque están destapando por todo lado y no terminan ninguna.” Esta crítica se alinea con la frustración ciudadana por ver múltiples frentes abiertos simultáneamente.
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Críticas a la Señalización y Seguridad Vial
El problema de la señalización no solo afecta a los peatones. El conductor Kevin considera que la señalización no es suficientemente segura para el transporte, ya que “muchas veces no señalizan como debe ser.”
Esta opinión la comparte Emilio Marín, un transeúnte habitual, quien hizo un llamado crítico a la seguridad nocturna:
“Pienso que le falta de punto de iluminación más que todo en las horas de la noche porque en el día se ven los caballetes, pero en la noche no se ven los caballetes casi.”
Ambos testimonios subrayan que la seguridad vial es deficiente y requiere una acción inmediata, tanto en la calidad de la señalización diurna como en la iluminación nocturna.
La interrupción de la avenida 68 desestabilizo la economía de los negocios. Mónica Pérez, mesera en el restaurante BaoBao y Parrillas, reveló que, si bien el uso de redes sociales ha mitigado la caída de ventas en su negocio, la obra ha afectado notablemente la visibilidad para otros comerciantes.
El área de gestión social de la contratista (Conconcreto) se encarga de comunicarse con los locales y adecuar los pasos de salida. Sin embargo, la insatisfacción persiste por dos puntos clave:
- Incertidumbre en los Plazos: Pérez confirmó que, aunque recibieron aviso de la obra, nunca se les comunicó una fecha límite de finalización clara.
- Falta de Apoyo: Manifestó que no tiene conocimiento de que se haya ofrecido algún tipo de apoyo o compensación por la afectación del espacio público. Considera que esta ayuda “sí se debería hacer,” especialmente para los pequeños comerciantes que se han visto perjudicados.
Las obras de la Avenida 68 avanzan entre la supervisión técnica y la creciente presión social generada por la congestión y la falta de planificación visible. A pesar de las dificultades actuales, la expectativa de comerciantes como Mónica Pérez sigue siendo que el proyecto, con la llegada del Metro y el consecuente flujo de gente, se convierta en un beneficio económico y social para el sector. Sin embargo, la confianza en el proyecto depende de qué tan pronto se logren mitigar los traumas de la obra en curso.
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