
Luego de 40 días, en donde el mundo estuvo pendiente de la salud del Sumo Pontífice de la iglesia católica romana, muere el Papa Francisco. Terminada la Semana Santa, el Papa número 266 del catolicismo falleció dejando como último documento el mensaje de Pascua «URBI ET ORBI«.
La vida del primer Papa latinoamericano terminó a los 88 años en su residencia de Casa Santa Marta en el vaticano, el anuncio fue hecho por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel:
Igualmente, la campana de la Basílica de San Pedro repica para anunciar el fallecimiento del Pontífice. El Papa será velado en la capilla de su residencia desde hoy, tras constatar su muerte. Posteriormente se espera que el cuerpo del Papa sea trasladado a la Basílica de San Pedro el miércoles.
El Papa Francisco
De nombre secular Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, en el seno de una familia católica. Su padre, un inmigrante italiano, y su madre, de origen argentino, le inculcaron desde temprana edad los valores religiosos que marcarían su vida.
Creció en el barrio de Flores, cerca del puerto de Buenos Aires, donde vivió su infancia rodeado del fervor religioso de su comunidad. Fue bautizado el 25 de diciembre de 1936 en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos.
El Papa Francisco ha tornado a la Casa del Padre.
— News Vaticano 🇻🇦 (@news_vaticano) April 21, 2025
⭐️ 17/12/1936
✝️ 21/04/2025 pic.twitter.com/y2c0sXtCXd
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Desde pequeño, Jorge Mario Bergoglio mostró una gran cercanía con su familia, especialmente con su abuela, Rosa Vasallo, quien tuvo una profunda influencia en su vida. Según sus propias palabras, ella fue una de las personas que más marcó su camino espiritual y le transmitió los valores que posteriormente aplicaría en su vida sacerdotal.
Cursó su educación primaria en el colegio salesiano Wilfrid Barón de los Santos Ángeles y, posteriormente, estudió en la escuela secundaria industrial Hipólito Yrigoyen, donde obtuvo el título de técnico químico. Aunque trabajó en un laboratorio por un tiempo, sintió un fuerte llamado hacia la vocación religiosa, lo que lo llevó a replantearse su futuro profesional.
La llegada de Jorge Mario Bergoglio a la iglesia
En 1957, tomó la decisión definitiva de ingresar al noviciado de la Compañía de Jesús, donde comenzó su formación en historia, literatura, latín y griego. Durante este período, su fe y su compromiso con la Iglesia se consolidaron. Su pasión por el conocimiento lo llevó a convertirse en profesor de Psicología y Literatura en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe hasta 1966. Un año más tarde, ingresó a la Facultad de Teología del Colegio Máximo de San José, donde perfeccionó sus estudios y se preparó para el sacerdocio. Finalmente, a los 32 años, fue ordenado sacerdote en 1969.
El 31 de julio de 1973, fue nombrado provincial de los jesuitas en Argentina, un cargo de gran responsabilidad que asumió en un contexto de agitación política y social. La dictadura militar que azotó el país en los años posteriores se caracterizó por la represión, las desapariciones forzadas y la persecución de opositores al régimen. Durante este período, Bergoglio desempeñó un papel clave en la protección de perseguidos políticos, organizando una red secreta para ayudar a quienes se encontraban en peligro. Su valentía y compromiso con los derechos humanos lo llevaron a testificar en dos juicios por delitos de lesa humanidad en los que se investigaron crímenes cometidos durante la dictadura.
En 1980, fue nombrado rector del Colegio Máximo de San Miguel, cargo que desempeñó durante seis años. Al mismo tiempo, ejerció como decano de las Facultades de Filosofía y Teología de la misma institución y se convirtió en el primer párroco de la Parroquia del Patriarca San José. Durante esta etapa, continuó profundizando en su labor pastoral y académica, formando a nuevas generaciones de sacerdotes.
Con la llegada de la década de 1990, su trayectoria dentro de la Iglesia siguió en ascenso. El 20 de mayo de 1992, fue consagrado obispo titular de Oca y designado obispo auxiliar de Buenos Aires. Su dedicación y liderazgo hicieron que el 3 de junio de 1997 fuera elegido arzobispo coadjutor de Buenos Aires. Tras la muerte del entonces arzobispo Antonio Quarracino el 28 de febrero de 1998, Bergoglio asumió oficialmente el cargo, convirtiéndose en primado de Argentina y gran canciller de la Universidad Católica Argentina.
En su rol de arzobispo, se destacó por su cercanía con la gente y su compromiso con los sectores más vulnerables de la sociedad. Se convirtió en una figura reconocida por su humildad y sencillez, eligiendo vivir en un modesto apartamento en lugar de la residencia episcopal y renunciando al uso de chofer para desplazarse en transporte público. Estas acciones reforzaron su imagen de un líder cercano y accesible, siempre dispuesto a escuchar y acompañar a los más necesitados.
El 21 de febrero de 2001, durante un consistorio convocado por el Papa Juan Pablo II, fue creado cardenal con el título de San Roberto Belarmino. En su nuevo rol, integró diversas congregaciones y comisiones del Vaticano, entre ellas la Pontificia Comisión para América Latina, la Congregación para el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia y la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Su trabajo dentro de estas instituciones consolidó su reputación como un hombre de diálogo y compromiso con la justicia social.
Como cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos, entre 2005 y 2011. Durante su gestión, promovió la beatificación de seis miembros de la sociedad de vida apostólica de los Padres Palotinos, asesinados en la masacre de San Patricio en 1976. Además, impulsó investigaciones sobre este crimen, atribuido al régimen militar argentino, en busca de justicia para las víctimas y sus familias.
Conocido como el «Obispo de los pobres», su labor se centró en la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento de la presencia pastoral en barrios marginales. Su vida estuvo marcada por el servicio a los más desfavorecidos, visitando cárceles, celebrando misas en comunidades vulnerables y brindando apoyo a víctimas de trata de personas y de tragedias como la ocurrida en la estación ferroviaria de Once.
Jorge Mario Bergoglio es nombrado Papa
En 2013, su vida dio un giro inesperado cuando fue elegido Papa en el cónclave que siguió a la renuncia de Benedicto XVI. El 13 de marzo de ese año, Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el primer Papa de origen latinoamericano y el primer pontífice no europeo desde el año 741. Adoptó el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y compromiso con los pobres. Su elección fue recibida con gran entusiasmo en Argentina, donde miles de fieles se congregaron en la catedral metropolitana de Buenos Aires para celebrar la noticia.
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha abogado por la reforma de la Curia Romana, la transparencia en la administración del Vaticano y la promoción de los derechos de los migrantes y las comunidades marginadas. Ha trabajado por la reconciliación entre la Iglesia y la comunidad LGBT, así como por la lucha contra el abuso sexual en el clero. Su mensaje de inclusión y misericordia ha marcado una nueva etapa en la historia de la Iglesia Católica.
Su liderazgo ha trascendido el ámbito religioso, convirtiéndose en una voz influyente en cuestiones globales como el cambio climático, la justicia social y la paz mundial. A través de sus encíclicas y discursos, ha instado a líderes políticos y económicos a asumir su responsabilidad en la construcción de un mundo más justo y equitativo. Con su estilo sencillo y su compromiso con los más necesitados, el Papa Francisco continúa inspirando a millones de personas en todo el mundo.
Jorge Mario Bergoglio, quien se denominó como Francisco para su pontificado, muere el lunes 21 de abril, su deceso llama a la iglesia católica a un nuevo cónclave que es un proceso arraigado en la tradición de esta religión, diseñado para garantizar una elección libre y secreta del nuevo Papa.
¿Qué es un cónclave y cómo se elige al Papa?
Un cónclave es el proceso secreto y solemne mediante el cual el Colegio Cardenalicio elige al nuevo Papa tras la muerte o renuncia del pontífice anterior. Este procedimiento, vigente desde el siglo XIII, se lleva a cabo en la Capilla Sixtina del Vaticano, con estrictas medidas de confidencialidad y aislamiento para los cardenales electores.
Solo los cardenales menores de 80 años al inicio del cónclave tienen derecho a voto. A fecha de 21 de abril de 2025, existen 135 cardenales electores de un total de 252 en el Colegio Cardenalicio. Aunque no hay una ley escrita que limite a los candidatos, la tradición y la práctica consolidada favorecen a los cardenales con experiencia en la Curia Romana o en diócesis de relevancia internacional.
Proceso de votación
El cónclave comienza con una misa solemne y un juramento de secreto por parte de los cardenales. Las votaciones se realizan en la Capilla Sixtina, utilizando papeletas impresas con la frase «Eligo in Summum Pontificem» («Elijo como Sumo Pontífice»). Para ser elegido, un candidato debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos. Si después de 30 votaciones no se alcanza este consenso, se puede proceder con una mayoría simple
Tras cada escrutinio, las papeletas se queman: si el humo es blanco, significa que se ha elegido un nuevo Papa; si es negro, indica que no se ha alcanzado un acuerdo.
Una vez elegido, el nuevo Papa es consultado sobre su aceptación y el nombre que adoptará. Si no es obispo, se le ordena inmediatamente. Posteriormente, el cardenal protodiácono anuncia al pueblo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con las palabras «Habemus Papam» («Tenemos Papa»).
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