
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este viernes, 17 de enero, la terminación de las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) debido a la escalada de violencia en la región del Catatumbo, en el noreste del país. La decisión que suspende los diálogos con el ELN fue tomada tras una serie de ataques perpetrados por este grupo armado, que han dejado víctimas civiles y amenazas a los firmantes del proceso de paz.
A través de un mensaje publicado en la red social X, Petro afirmó: «Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo. El ELN no tiene ninguna voluntad de paz». Este pronunciamiento se da en un contexto de creciente violencia en la zona, que ha afectado gravemente a la población civil.
Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 17, 2025
Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz.
La jefe de la delegación del Gobierno en la mesa de diálogos con el ELN, Vera Grabe, respaldó la decisión del presidente y subrayó la gravedad de los hechos. «Se suspende el proceso hasta que el ELN definitivamente piense si quiere caminar hacia la paz. Este país no aguanta más. Se requiere de una decisión por parte del ELN», indicó. Grabe, sin embargo, aseguró que se mantendrán abiertos los canales de comunicación y las dinámicas humanitarias para permitir al ELN expresar su postura.
El senador Iván Cepeda, también integrante de la delegación de paz, calificó los hechos ocurridos en el Catatumbo como «crímenes de guerra» y condenó la muerte de civiles, líderes sociales y firmantes de paz. Cepeda insistió en que el ELN debe «expresar de una vez por todas su intención y voluntad de llegar a la paz», apoyando de esta manera la terminación de los diálogos con el ELN.
Camilo González Posso, coordinador de la mesa de diálogo con las disidencias de las Farc, también criticó las acciones del ELN, señalando que los ataques en el Catatumbo representan una ofensiva coordinada que ha resultado en el desplazamiento forzado de comunidades y la muerte de firmantes de paz. González Posso calificó estos hechos como un «atentado contra el proceso de paz».
La situación en el Catatumbo
La región del Catatumbo, una zona estratégica en la frontera con Venezuela, ha sido históricamente escenario de confrontaciones entre grupos armados ilegales, en especial el ELN y las disidencias de las Farc. En las últimas semanas, los combates han alcanzado niveles alarmantes, provocando un desplazamiento masivo de civiles y dejando al menos 30 personas muertas, según la Defensoría del Pueblo.
Este incremento en la violencia ha generado una grave crisis humanitaria, con comunidades atrapadas entre los combates y sin acceso a alimentos, agua potable ni servicios básicos. La situación ha sido descrita como «extrema gravedad» por la Defensoría, que ya había emitido alertas de inminencia en noviembre pasado.
Lo que se está presentando en el Catatumbo es de extrema gravedad. @DefensoriaCol había alertado varias veces y había emitido una alerta de inminencia en noviembre. Hoy tendremos que reportar su consumación.
— Iris Marín Ortiz (@MarnIris) January 17, 2025
Se reportan más de 30 personas muertas según información en…
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Reacciones a la ruptura de diálogos con el ELN
La decisión de suspender los diálogos con el ELN fue respaldada por varios sectores del Gobierno y la sociedad. Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), expresó su lamento por la interrupción de los esfuerzos de paz, calificando los actos violentos como un obstáculo para construir una paz estable en Colombia.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también se refirió a los hechos como una «barbaridad» y destacó la acción del ELN en el Catatumbo como un intento deliberado de «romper los diálogos de paz». Sin embargo, subrayó que no se considera que la política de Paz Total haya fracasado, aunque se requiere un enfoque más estratégico y regionalizado.
Igualmente, la suspensión de los diálogos con el ELN dio pie para que desde otros sectores políticos recordarán las promesas de campaña del presidente Gustavo Petro, como lo hizo la concejal de Bogotá Clara Lucía Sandoval Moreno en su cuenta de instagram.
El impacto en la economía y la población civil
La escalada de violencia ha tenido un impacto directo en la economía de la región, particularmente en los sectores del comercio y el transporte. La Asociación de Comerciantes de Tibú, El Tarra y otros municipios de la zona anunció un paro cívico el 17 de enero, como una forma de manifestar su rechazo a la violencia y exigir la paz para el Catatumbo. «No queremos más derramamiento de sangre en nuestro Catatumbo. Este cierre es una forma cívica de manifestar que queremos la paz del territorio», afirmó el gremio.
Además, el ELN ha intensificado sus amenazas, declarando objetivos militares a empresas clave en la región, como Ecopetrol, la empresa de ingeniería eléctrica Disico y Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens). En un panfleto divulgado por el Frente de Guerra Nororiental, el grupo guerrillero instó a comerciantes y transportistas a dejar de colaborar con los «enemigos» del grupo, o de lo contrario serían declarados objetivos militares.

Desafío para la paz en Colombia
En redes sociales llamó la atención el firmante de paz Rodrigo Londoño, con respecto a los diálogos con el ELN, quien acompañó su publicación con un comunicado del partido Comunes, a su vez le hizo un llamado al presidente Petro y enfatizó en que “La violencia no será el destino de la patria”.
COMUNICADO
— Rodrigo Londoño (@TimoComunes) January 17, 2025
Expresamos nuestros dolor y solidaridad con el pueblo del Catatumbo
Prte @petrogustavo detenga el genocidio contra los firmantes
Pedimos al ELN y demas organizaciones armadas parar su accionar contra la población civil
La violencia no será el destino de la patria pic.twitter.com/LtDnIfl8Wj
El futuro de los diálogos con el ELN está ahora en un punto crítico. Mientras el Gobierno insiste en la necesidad de una verdadera voluntad de paz por parte de la guerrilla, la situación en el Catatumbo demuestra las difíciles condiciones que enfrenta Colombia para avanzar hacia una resolución pacífica del conflicto armado.
El Catatumbo, debido a su ubicación geográfica y recursos naturales, sigue siendo un punto álgido en el conflicto, y la violencia en esta región subraya las complejidades de las negociaciones de paz, que deben abordar no solo los intereses políticos y militares de los grupos armados, sino también las necesidades de las comunidades que sufren las consecuencias de estos enfrentamientos.
A medida que la violencia persiste, tanto el Gobierno como las comunidades piden señales claras de un cambio en la postura de la guerrilla para reanudar los diálogos con el ELN, mientras se reitera la necesidad de construir un entorno seguro para la población.
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