La famosa banda de precios que se estableció en Colombia para los combustibles, de manera que no debían sobrepasar el 3 % para la gasolina y el 2,8 % para el diésel, ahora les pasará factura a los colombianos.
El presidente Gustavo Petro anunció que el precio de la gasolina experimentará un aumento, debido a que el déficit de estabilización de precios de los combustibles evidenció una presunta falta de pagos cercana a los 10 billones de pesos por trimestre, por parte del gobierno anterior.
Frente a este panorama, el presidente de Fendipetróleo explicó que «si se aplican los parámetros establecidos, expedidos en una norma de hace 12 años, basada en el precio internacional del petróleo y la tasa representativa del mercado, daría un valor cercano de los 16 a 18 mil pesos por galón de gasolina y el galón de diesel».
La firma Raddar calcula que por cada 10 por ciento que suba la gasolina, la inflación en el país subiría 0,5 puntos adicionales. Así que con un incremento de 60 por ciento de la gasolina, como el que se espera, la inflación total podría llegar a 14 por ciento anual.
Si se subiera el costo de los combustibles en 60 por ciento, y los otros costos no varían, se estima que el costo total del transporte intermunicipal de pasajeros aumentaría en un 19 por ciento.
Si se habla del impacto que tendría la medida en el transporte de carga, el efecto es mayor.
Si sube el costo de los combustibles 60 por ciento, y los otros costos no varían, los costos totales de llevar carga aumentaron 24 por ciento. Y es que justamente la carga es la que puede tener el efecto indirecto en los demás productos de la canasta familiar por el traslado de los alimentos o demás productos.