A pocos días del inicio de la COP30 en Belém (Brasil), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una advertencia contundente: el planeta se aproxima a un calentamiento global catastrófico, con un incremento de temperatura que podría superar los 1,5 grados Celsius en los próximos diez años.
El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2025, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), señala que, incluso si los países cumplen sus compromisos actuales, la temperatura promedio del planeta aumentará entre 2,3 y 2,5 °C durante este siglo. Bajo las políticas actuales, la cifra podría llegar a 2,8 °C, lo que pondría en riesgo ecosistemas, economías y comunidades enteras.
Un progreso insuficiente a una década del Acuerdo de París
Han pasado casi diez años desde la firma del Acuerdo de París (2015), que buscaba mantener el calentamiento global “muy por debajo” de los 2 °C y, preferiblemente, dentro del límite de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, el informe revela que el progreso global ha sido insuficiente y que las promesas climáticas —conocidas como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC)— no están cumpliendo las expectativas.
Solo 60 países, menos de un tercio de los firmantes, presentaron nuevas contribuciones antes del cierre de septiembre. Las proyecciones indican que las reducciones de emisiones anuales deben alcanzar entre el 35% y el 55% respecto a los niveles de 2019 para alinearse con los objetivos de 2 °C y 1,5 °C respectivamente frente al calentamiento global.
La posible retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París en 2026 también tendría un impacto negativo, anulando parte de los avances logrados y afectando la cooperación internacional en materia climática.
“Nuestra misión es hacer que la superación sea breve y pequeña”
Durante la presentación del informe, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que superar el límite de 1,5 °C será “casi inevitable”, pero que aún es posible limitar la magnitud y duración de esa superación mediante recortes “sin precedentes” de gases de efecto invernadero.
“Nuestra misión es sencilla, pero no fácil: hacer que cualquier superación sea lo más pequeña y breve posible”, señaló Guterres.
Los científicos del PNUMA advierten que cada fracción de grado evitada reduce la intensidad de los daños e impactos sobre la salud, la agricultura, los ecosistemas y la economía mundial. Las consecuencias de no actuar serían severas, especialmente para los países más pobres y vulnerables, que ya enfrentan fenómenos extremos como sequías prolongadas, olas de calor, incendios forestales y pérdida de biodiversidad.
Tecnología y acción: las soluciones para el calentamiento global existen
A pesar del panorama sombrío con respecto al calentamiento global, el informe mantiene un tono de esperanza y urgencia. La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, destacó que “las soluciones comprobadas ya existen”, desde el crecimiento acelerado de la energía solar y eólica, hasta las estrategias de reducción de emisiones de metano y el impulso a la eficiencia energética.
“Sabemos lo que hay que hacer. Ahora es el momento de que los países lo den todo e inviertan en su futuro con una acción climática ambiciosa”, declaró Andersen.
El informe subraya que una transición verde bien planificada puede generar empleo, mejorar la salud pública, fortalecer la seguridad energética y acelerar el crecimiento económico, siempre que los gobiernos actúen con decisión en esta década crítica.
El significado del umbral de 1,5 °C
El límite de 1,5 °C se ha convertido en el punto de referencia más importante en la lucha contra el cambio climático. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), mantener el calentamiento por debajo de ese umbral es esencial para preservar un planeta habitable y evitar los peores impactos del cambio climático.
Los científicos aclaran que superar los 1,5 °C en un mes o un año no implica necesariamente que el mundo haya fracasado en el cumplimiento del Acuerdo de París, ya que ese objetivo se mide en escalas de largo plazo. Sin embargo, los recientes episodios de temperaturas globales superiores a 1,5 °C —registrados entre 2023 y 2024— son señales de alerta temprana de que la humanidad se acerca peligrosamente a ese límite.
Entre febrero de 2023 y enero de 2024, la temperatura media mundial fue 1,52 °C superior a la del período 1850-1900, impulsada por el fenómeno natural de El Niño y el cambio climático de origen humano. De mantenerse esta tendencia, los próximos años podrían consolidar la década más calurosa jamás registrada, con un promedio de 1,2 °C por encima de los niveles preindustriales.
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La COP30: una oportunidad decisiva
La COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, será una cita decisiva para el futuro climático del planeta. Los países deberán presentar estrategias claras y medibles que aceleren la reducción de emisiones y fortalezcan la cooperación internacional.
El llamado de la ONU es claro: no basta con promesas, se necesitan acciones inmediatas, profundas y sostenidas. Cada año sin avances concretos acerca al mundo a un punto de no retorno, donde revertir el calentamiento global podría ser imposible.
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