Redactado por: Daniela Tazama Quiroga
En los últimos días, se ha mostrado un intenso debate en torno a las multas impuestas por llevar bicicletas en el sistema de transporte público de Bogotá, TransMilenio o Sitp. Esta medida, que busca regular el uso de bicicletas dentro de las estaciones y los buses, ha generado opiniones encontradas entre los ciudadanos y las autoridades locales.
Por un lado, algunos defienden la necesidad de aplicar sanciones para garantizar la seguridad y comodidad de los pasajeros, así como el correcto funcionamiento del sistema. Argumentan que el transporte masivo no está diseñado para transportar bicicletas y que su presencia puede obstaculizar el acceso y la movilidad de otros usuarios.
De acuerdo con lo expuesto por el Código Nacional de Policía y Convivencia, “quien perturbe la tranquilidad de los demás en los medios de transporte público, mediante cualquier acto molesto tendrá una multa tipo 4 de $618.666″. Asimismo, quienes obstaculicen o impidan la movilidad tendrán una multa tipo 3 de $309.333.
Cabe aclarar que las bicicletas plegables son las únicas que cuentan con la reglamentación y están autorizadas por la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Sin embargo, hay quienes critican estas multas, señalando que limitan el acceso de los ciudadanos a medios de transporte alternativos y sostenibles. Para muchos ciclistas, la bicicleta es su principal medio de movilidad y una opción económica y ecológica para desplazarse por la ciudad. Sin embargo, cuando son altas horas de la noche o cuando el clima no favorece toman el servicio de transporte para más comodidad.
En medio de este debate, los ciudadanos continúan expresando sus opiniones y experiencias en las redes sociales y en espacios de participación ciudadana, alimentando un diálogo necesario sobre el futuro de la movilidad en la capital colombiana.