Redactado por: Mónica Mendoza y Natalia Castellanos. Taller de Crónica y Reportaje. Fundación Universitaria Los Libertadores.
El escenario de este conversatorio fue la Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral del Ejército Nacional (ESMAI) en conmemoración al Día del Periodismo Internacional, el pasado 23 de septiembre, con los protagonistas de Hermanos por Accidente, un documental donde relatan sus historias que, además de conmover, dejan entrever más a fondo la vida de estos cuatro personajes colombianos.
El documental presentado el 20 de junio de 2024 por Netflix, narra el suceso de cuatro jóvenes provenientes de dos lugares diferentes en la geografía colombiana; Bogotá, la capital de Colombia y La Paz, un municipio, ubicado en la provincia de Vélez en el departamento de Santander, al nororiente del país. Pero, es en la capital donde se inicia la historia de estos dos pares de gemelos idénticos que son intercambiados al nacer, quienes a su vez exploran sus memorias y sus nuevas identidades que serán enfrentados con su nueva realidad.
Todo inicia con un par de hermanos; Cañas Velasco, William y Wilber, quienes vivieron en zona rural durante su infancia y adolescencia, mientras que los Bernal Castro, Jorge y Carlos, estaban radicados en Bogotá; la misma ciudad donde se encontraron después de 25 años, por dos amigas cercanas Laura Vega y Yaneth Páez, que vieron que sus conocidos en común eran físicamente idénticos.
Una de las preguntas de los participantes en el auditorio fue enfocada en el cambio de vida que afrontaron y aunque para ellos al principio fue difícil descubrir la realidad, se apoyaron y optaron por una actitud positiva, intentando compartir con sus hermanos de sangre. Crecieron en un ambiente al que no pertenecían por genética, sin embargo, lograron salir adelante entre sus familias de crianza, teniendo un resultado y un beneficio para siempre: Tener 3 hermanos de por vida.
Posterior al encuentro de los gemelos por genética, su prioridad era conocerse y llenar ese vacío que siempre habían percibido y presenciado en su interior; en el caso de los hermanos Bernal, esta unión creó una reacción inesperada en Carlos, quien empezó a sentir celos al ver la cercanía entre ambos.
En un gesto de amor y lealtad hacia él, Jorge se tatuó su rostro en el lado izquierdo de su pecho, de forma conmemorativa como lo hizo con el tatuaje de su madre, Luz Marina Castro, quien falleció en el año 2009. Este acto fue una forma de equilibrar la relación entre hermanos y reafirmar su vínculo afectivo, mostrando que, a pesar de las circunstancias, su conexión seguía intacta.
Del mismo modo, durante la charla, otra pregunta crucial fue dirigida a William, y era el hecho de no haber podido conocer a su madre biológica, a lo cual expresó que aunque sí fue complejo no poder recibir un abrazo de parte de ella, y aseguró que: «Hay que seguir y seguir luchando», con un gesto de nostalgia.
Las fuerzas armadas, a través del ESMAI, reconocieron a los protagonistas por su valentía y resiliencia otorgándoles un diploma conmemorativo en agradecimiento al conversatorio realizado dirigido al personal de la Tecnología en Locución y Producción Radial y a los estudiantes de instituciones universitarias invitadas como la CUN, la Gran Colombia, Escuela Artes y Letras, UniSanpablo y La Fundación Universitaria Los Libertadores.
Para cerrar esta inesperada y sorprendente historia de cómo un error del Hospital Materno de Bogotá cambió la vida de estos jóvenes. Los cuatro hermanos se realizan la prueba de ADN para confirmar su parentesco y efectivamente el resultado es positivo Wilber y Carlos eran gemelos y William y Jorge también lo eran. Es de resaltar que el protagonista y personaje que le dio vida a la historia, con miedos pero a la vez con valentía fue Jorge Bernal Castro, egresado del programa de Ingeniería Mecánica de la Fundación Universitaria Los Libertadores, un fanático de la música rock y su gran pasión, el fútbol.