
Redactado por: Ramiro Cárdenas
A partir del sábado 31 de agosto, la estación Calle 63 del sistema Transmilenio cerrará sus puertas, marcando un hito en la transformación del transporte público de Bogotá. Esta medida, necesaria para continuar con la construcción de la Primera Línea del Metro, plantea un desafío para los estudiantes universitarios que diariamente transitan por el corazón de Chapinero.
El cierre de esta estación estratégica no solo afectará a la población estudiantil, sino también a los docentes y personal administrativo de las numerosas instituciones educativas de la zona. Ante este panorama, Transmilenio ha diseñado un plan de contingencia que busca minimizar el impacto en la movilidad del sector.
Entre las alternativas ofrecidas, se destacan las modificaciones en rutas troncales como la BL18 y BH13, que ahora tendrán una parada adicional en la estación Calle 76. Además, el sistema zonal se fortalece con más de 50 rutas en las carreras Séptima y 13, proporcionando opciones para quienes prefieren el transporte de superficie.
Para aquellos que habitualmente utilizaban la estación Calle 63, las estaciones Flores – Areandina y Calle 57 se convierten en los nuevos puntos de conexión. Estas estaciones atenderán 22 rutas troncales, incluyendo servicios que conectan con puntos clave de la ciudad como el Portal Norte, Portal 80 y Universidades.
La administración distrital, consciente del reto que representa este cambio, ha desplegado un equipo de más de 200 personas para orientar a los usuarios. Este grupo multidisciplinario, que incluye desde policías hasta colaboradores sociales de la Empresa Metro de Bogotá, estará presente en las calles para facilitar la transición y resolver dudas de la comunidad.
El cierre de la estación Calle 63 es solo el comienzo de una serie de transformaciones que Bogotá experimentará en los próximos meses. Mientras la Primera Línea del Metro toma forma, la adaptabilidad y paciencia de los bogotanos serán puestas a prueba.
