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La presión social, una problemática que afecta el comportamiento humano

La presión social, un fenómeno que siempre está presente en la colectividad. Fotografía: Pexels.com

En muchas ocasiones, la presión social puede llegar a convertirse en un grave problema y de esta forma, dar lugar al conocido ‘bullying’ y a trastornos en la personalidad de quien lo sufre. 

Redacción: Diana Quintero

La presión social es la influencia ejercida por un grupo social para lograr que una persona cambie sus actitudes, sus pensamientos o, incluso, sus valores. La también conocida como presión de pares es un problema que puede llegar a ser considerado como un trastorno en el comportamiento del individuo.

A través de este concepto, una cierta comunidad influye sobre una persona, o varias, para lograr que ésta actúe o se comporte de una manera en específico. Esto se debe a que este grupo presenta un interés sobre una determinada personalidad o actitud. 

La incorporación a grupos sociales en los que se promueven un conjunto de ideas es uno de los principales motivos para que se genere presión social. Esto suele darse mucho cuando se pertenece a formaciones políticas o movimientos de carácter religioso. Otro escenario en el que se puede evidenciar este concepto con normalidad es en los jóvenes, durante su periodo formativo. Ya sea en la escuela, instituto o universidad; la presión social entre ellos es bastante frecuente. 

Ahora bien, esta problemática se origina por una serie de causas que producen una necesidad de ser liderado por otra serie de personas, así como ser socialmente aceptado por éstas. El hecho de que existan diversos factores, producen necesidad en la persona de pertenecer a grupos, o colectivos, que desarrollan o bien una sensación de bienestar o satisfacción.

Entre estos factores y muchos más, se encuentran: la inseguridad personal, la baja autoestima, las deficiencias en el aspecto físico, el sentimiento de inferioridad, la falta de personalidad y motivaciones, la necesidad de reconocimiento, la dificultad para relacionarse o sensación de rechazo social y la carencia de afecto. Para ello, la persona, puede poseer la soberanía, debido a la salud mental y la fuerza psicológica, para salir de esa situación. O, por el contrario, este puede precisar de ayuda especializada, como la de un psicólogo, si los factores anteriormente descritos dificultan la solución del problema. 

Ahora bien, dado que la presión social puede dar lugar a situaciones de importancia clínica, es preciso destacar la necesidad de combatirla en la empresa, escuela u organismo, para, con ello, poner fin a esa situación y por último, algunas de las estrategias que pueden ayudar a combatir la presión social por parte del individuo: aprender a decir que no, evitar pensamientos negativos, reforzar el criterio propio, dejar las creencias limitantes, superar los miedos e inseguridades y eliminar el pesimismo. 

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