
Por: Zair Domínguez
El pasado domingo 28 de enero, dos integrantes del grupo ambientalista Reposte Alimentaire (Respuesta Alimentaria) entraron al museo del Louvre y atacaron con latas de sopa el mítico cuadro de Leonardo da Vinci, la Mona Lisa.
De acuerdo con la información divulgada a través de un video en la red social X, las dos personas arrojaron los elementos al cuadro y posteriormente se pararon frente a la obra y exigieron el derecho a una «alimentación sana y sostenible», antes de añadir que «nuestro sistema agrícola está enfermo».
Esta no es la primera vez que la Gioconda es víctima de protestas por parte de activistas. En 2022, un activista arrojó pastel al cuadro e instó a la gente a «pensar en la Tierra».
Desde 2019 la obra de Leonardo da Vinci, pintada en el siglo XVI, está resguardada por un vidrio a prueba de balas y más transparente, pero fue en la década de los 50 cuando se decidió inicialmente protegerla tras un cristal luego de haber sido dañada por un visitante que le echó ácido.
En 1911 la obra fue robada por Vincenzo Peruggia, quien era empleado del museo y se escondió durante la noche en un armario para hurtar el cuadro, dos años más tarde fue recuperado, cuando intentó venderlo a un anticuario en Florencia, Italia.
Según las autoridades es poco probable que la Mona Lisa haya sufrido algún desperfecto con este nuevo ataque, así que los visitantes al Louvre podrán seguir disfrutando de la misteriosa sonrisa de la Gioconda.