
Redactado por: Sharon Gómez
El tan anhelado evento que muchas mujeres en Colombia esperaron durante décadas finalmente llegó. Madres, tías, esposas, hijas, nietas, sobrinas y hermanas de víctimas de desaparición forzada se reunieron en la capital, para recibir el reconocimiento a su incansable lucha.
Estas mujeres, que han dedicado sus vidas a buscar a sus seres queridos, vieron su trabajo y su contribución a la paz finalmente reconocidas este 23 de octubre.
El evento fue organizado por la Unidad de Víctimas, que desde mayo de 2024 trabaja por conseguir un acercamiento del Estado con las víctimas y sus familias, creando una mediación eficiente para promover la participación efectiva contribuyendo a los procesos de búsqueda, verdad, justicia y no repetición en Colombia.
23 de octubre, día nacional de reconocimiento a las mujeres buscadoras de víctimas de desaparición forzada
Este día se conmemora para reivindicar y reconocer la labor de las mujeres que ya eran lideresas o que, en medio de la búsqueda de sus seres queridos, se convirtieron de alguna manera en sujetos políticos, defensoras de la vida y de los derechos humanos. Parte del homenaje, se logra establecer por un hito del reconocimiento de los derechos con la aprobación de la Ley 2364 de 2024, que protege y garantiza la participación activa de estas mujeres.
La nueva Ley, establece que estas mujeres sean reconocidas como víctimas indirectas del conflicto armado en Colombia, al haber sufrido la desaparición forzada de algún familiar, sus núcleos familiares se rompieron, lo que las expuso a graves secuelas tanto psicológicas (depresión y estrés) como físicas (desórdenes alimenticios y tics nerviosos).
A pesar de que muchas de ellas han denunciado ante el Estado, la Unidad de Víctimas y la Fiscalía su experiencia directa con el conflicto, en algunos casos no fueron reconocidas como víctimas. Argumentos jurídicos y administrativos impidieron en ocasiones que se les otorgara esta acreditación.
Lilia Solano, directora de la Unidad de Víctimas, subraya la importancia de este avance, afirmando que: “No debió haber pasado tanto tiempo para que este evento se hiciera, pero pasó. Este es un día importante, porque aparte de reconocer su labor, vamos a acreditar a algunas mujeres y familias que por trámites administrativos y judiciales no fueron consideradas como víctimas por la Unidad para las Víctimas”, es la primera vez que las mujeres tienen el protagonismo y el micrófono para que sus voces sean escuchadas en un evento estatal.
La desaparición forzada en Colombia ha dejado un profundo legado de dolor y sufrimiento, afectando a miles de familias. En esta lucha, las mujeres han liderado el camino, convirtiéndose en incansables buscadoras de sus seres queridos desaparecidos.
Entre aplausos, llantos, y abrazos, las mujeres ven como después de 50 años de estigma, violencia y amenazas, su lucha empieza a cobrar sentido, construyendo memoria y teniendo poco a poco la reparación de las voces que quisieron callar.