Proyecto liderado por la profesora Yaneth Muñoz, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, pretende construir cinco refugios en el corredor ecológico del Virrey el cual está ubicado desde la Autopista Norte hasta la carrera Séptima, a la altura de la calle 88 en la ciudad de Bogotá, con el objetivo de atraer a los murciélagos frugívoros e insectívoros.
Se destaca que estos animales cumplen un papel ecológico fundamental como polinizadores, dispersores de semillas y controladores de plagas, así fundamentado también en el comunicado de la UNAL.
Los refugios se repartirán de la siguiente manera, tres para murciélagos frugívoros y dos para insectívoros, esto según Sebastián Ramos, funcionario de la Empresa de Acueducto de Bogotá y quien evidenció la instalación del prototipo piloto ubicado en el campus de la Universidad Nacional de Colombia.
Las características de estos refugios son: cajones de 70 cm de ancho x 1 m de alto y 30 cm de espesor, los cuales conservan el calor, son oscuros y tienen entradas por la base; se construyeron con pino y sapan, dos tipos de madera resistentes a la intemperie, ya que los refugios se colocarán en los árboles.
La docente resalta que busca ofrecerles a los murciélagos un lugar seguro donde estar a salvo, ya que la falta de arborización y las edificaciones que sobrepasan los 30m en Bogotá los han ido desplazando de su hábitat natural. A ello se suma que en la ciudad no se respetan las rondas de las fuentes hídricas.
Estos refugios previstos en el Virrey se instalarán luego de monitorear el refugio piloto de la UNAL el cual actúa como conector entre los cerros Orientales, el Jardín Botánico y los humedales. “Se espera que al refugio instalado en la UNAL lleguen estos animales, que cada vez se ven menos en el espacio urbano de Bogotá y en el campus, si se tiene en cuenta que en uno de los últimos avistamientos (2019) apenas se registraron algunos consumidores de néctar en los alrededores de la Facultad de Agronomía, y de insectívoros, en el Parque Humboldt”, afirma la profesora Muñoz.
Por último, la docente concluye que ha sido complejo, porque a pesar de tener experiencia en refugios instalados en zonas rurales, la actividad en la ciudad es muy diferente, por eso se realizará un ensayo para dimensionar el peso de los objetos y la forma de ajuste, de manera que no afecten a los árboles.