
Redactado por: Laura Jácome
El panorama político de México se redefine con la victoria de Claudia Sheinbaum como presidente, superando a sus contrincantes Xóchitl Gálvez Ruiz y Álvarez Máynez. Sheinbaum será la primera mujer en ocupar el Palacio Nacional en la historia de México, sucediendo a Andrés Manuel López Obrador el próximo 1 de octubre. Su candidatura por Morena fue consolidada luego de que su principal rival reconociera su triunfo. Previamente, había sido proclamada presidenta virtual por el Conteo Rápido Oficial.
En su cuartel de campaña, la presidenta electa de México recibió la confirmación de que su ambición política se había realizado. Con esto, Sheinbaum fortalece un proyecto de izquierda en México que fue iniciado por López Obrador durante su propia presidencia en el año 2018.
Los votos obtenidos por Sheinbaum, abarcan la lucha contra la violencia perpetrada por los carteles de a droga, hasta la mejoría económica en el déficit fiscal y la escaza inversión extranjera directa. También se destaca la urgencia de abordar la crisis por la migración indocumentada y la importancia de revitalizar las relaciones bilaterales con Estados Unidos. No obstante, durante toda la campaña electoral, la violencia criminal experimentó un aumento constante. A pesar del despliegue de la Guardia Nacional, el Ejercito y la Marina, con más de 259.000 efectivos, no consiguió contener una ola de ataques y atentados que afectaran a todo México.
La presidenta electa cuenta con un plan de gobierno y una hoja de ruta para abordar el mandato popular que le fue conferido en las urnas. Es una demanda urgente de la sociedad mexicana que enfrenta las secuelas de violencia y la situación económica.
La influencia omnipresente de López Obrador se extiende por todo México y será responsabilidad de Sheinbaum decidir si lo incluye en la toma de decisiones de Estado o, con la delicadeza del poder emergente, le señala que su ciclo ha llegado a su fin.