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La Minga, derechos y peticiones, un camino de dificultades por el incumplimiento del gobierno

Momentos de la Minga Indígena, luchando por sus derechos e igualdades para hacer cumplir los Acuerdos de Paz. Fotos: Esteban Vega La Rotta, @estebanvegalr

Redacción: Daniela Flórez, Yesmaiken Ortiz

Investigación: Daniela Flórez, Paula Tovar, Santiago Castro, Yesmaiken Ortiz. Semillero de Periodismo y Medios. Programa radial Ruta 63

El tema principal del programa fue la Minga, dando inicio a su definición, antecedentes, peticiones y exigencias, para llegar a un Acuerdo de Paz. Desde su parada por los diferentes puntos del país, hasta la llegada al Palacio de los Deportes en Bogotá, de la marcha pacífica que realizaron para llegar a la Plaza de Bolívar y exigir al mandatario Iván Duque, sentarse en un diálogo abierto, para definir acuerdos en donde se prevalezca la seguridad.

Se definieron conceptos importantes, como: ¿qué es la Minga?, ¿cuáles son sus peticiones? y ¿por qué llegaron hasta la capital de Colombia?

El origen de la palabra «minga» o «minka», en Quechua, hace referencia a la reunión de diversos actores, saberes y herramientas en busca de un objetivo común. La Minga es una institución precolombina que sirve para todo, puesto que cada grupo apoya con lo que puede, comida, guardia, autoridades, música, con el fin de la construcción de un país mejor.

Igualmente, una cosa es la minga como acto de reunión y otra es la Minga Indígena, el movimiento de protesta que se creó en el sur de Colombia a finales del siglo pasado en busca de reivindicar sus derechos, cuando los indígenas de varios grupos sintieron que las pautas multiétnicas e igualitaristas de la Constitución de 1991 no se estaban cumpliendo, se organizaron y empezaron a protestar bloqueando una neurálgica carretera del sur del país, la Panamericana.

Desde entonces, los miembros de la Minga con sus bastones de mando al hombro y un himno cumbiero que reza «defender nuestros derechos así nos toque morir” se enfrentaron a todos los gobiernos, pero con dos picos de tensión importantes: en 2008, con Álvaro Uribe en el poder, y ahora, con Iván Duque, al frente del Palacio de Nariño.

La valentía de más de 8.000 indígenas en viajar hasta la ciudad capitalina, no fue proporcional a las soluciones del gobierno, puesto que ellos en varias ocasiones reiteraron que se trataba de una Minga política, la cual, en el pasado se movilizó por cuatro elementos: vida y derechos humanos, territorio, paz y modelo económico. 

En un marco político, se resaltó que incluso con la firma de la paz, la situación es la misma, o peor, porque tiene el sinsabor del fracaso del proceso. Pues, la firma del Acuerdo de Paz con la guerrilla en 2016 fue, en parte, una promesa de un país distinto para los pueblos, no solo los indígenas, que habitan los territorios remotos de Colombia, sino para todos los ciudadanos.

Pero, desde la firma de la paz al menos 300 líderes indígenas y 600 líderes campesinos, afro y sindicales han sido asesinados, según la ONG Indepaz. A esto se añade la situación estructural de los indígenas en Colombia, que representan un 5% de la población de 50 millones de habitantes: de los 66 pueblos indígenas del país, reporta la ONU, 34 están en vía de extinción; y, según cifras oficiales, la pobreza en poblaciones indígenas es del 63%, el triple que el promedio nacional.

En cuanto a los 7 aspectos a favor en los que la Minga Indígena fueron destacados en su recorrido; se evidenció un nexo con la protección a los bienes públicos, pues su labor y objetivo, fue principalmente dar una buena imagen y constatar que se puede hacer una marcha sin necesidad de recurrir al vandalismo o incluso el daño a lo ajeno.

Bajo estos aspectos, la Minga demostró tener una visión determinante ante los objetivos que, en un principio tenían para ser escuchados. En contraposición, el gobierno tuvo varios puntos negativos, pues definió la marcha como irresponsable, pues comentaron que “no pensaron en los cuidados que se debía tener con la pandemia”. Sin embargo, en la movilización, la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, suministró lo necesario para que nos hubiese un contagio a causa de la movilización. 

Cabe resaltar, de igual manera, su imparcialidad en cuanto a política, pues en los tres días que estuvieron, no se dejaron renombrar bajo ningún partido político. y se mantuvieron al margen con sus peticiones. 

Definitivamente, para la Minga, venir a Bogotá fue más allá de reunirse con Duque: lo que buscaban era ayudar a concientizar a la Colombia urbana, que ha estado tan alejada de la guerra, de lo que viven en sus territorios, porque en el sur del país la vida ha sido y sigue siendo mancillada, atacada y asesinada permanentemente. Y el objetivo de la Minga es decirle al país: que la vida es lo primero.

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