Redactado por: Karol Santa
La utilización de la inteligencia artificial en la conservación de animales en Colombia ha demostrado ser una de las herramientas más valiosas para abordar diversos desafíos y contribuir a la protección de la biodiversidad del país.
Juan Sebastián Cañas ha enfocado su trabajo en la inteligencia artificial y en el área de detección del canto de especies, como murciélagos, anfibios o aves. Es un matemático que usa la IA, a través de máquinas que “aprendan” por la experiencia y la exposición de patrones con datos.
Una de las aplicaciones más destacadas es el monitoreo y análisis de datos, mediante el uso de cámaras trampa y sensores de movimiento, se recopilan imágenes y videos que capturan la presencia y el comportamiento de diferentes especies en su entorno natural.
Una vez obtenidos estos datos, los resultados se pueden construir indicadores de estado y respuesta, esenciales para medir el avance de cierta zona en cuestión de conservación.
El matemático y biólogo utiliza el monitoreo acústico pasivo que consiste en instalar grabadoras en un sector determinado, con el objetivo de registrar los ruidos que existen en el espacio natural. “Con esta técnica, podemos monitorear la respuesta a los cambios ambientales que tienen ciertas especies. uno puede entender las dinámicas del cambio climático viendo cómo la presencia de estas especies va modificándose en ciertas zonas”, es así como lo explica.
También, Juan Sebastián ha trabajado en el Magdalena Medio, analizando el paisaje sonoro, que es el estudio más amplio de distintos grupos de especies ubicados en el sector.
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta poderosa para la conservación de animales en Colombia. Su capacidad para analizar grandes cantidades de datos y detectar patrones ocultos ha mejorado significativamente la comprensión de las especies y sus hábitats, permitiendo tomar decisiones más informadas y efectivas para proteger la biodiversidad del país.
