
Redactado por: Laura Jácome
Un manto de luto cubre la capital ucraniana, Kiev, tras el bombardeo ruso que se presentó el pasado 9 de Julio. El ataque, se concentró en el Hospital Infantil Okhmatdyt, el centro pediátrico más grande del país ha sido calificado como un crimen de guerra por las autoridades ucranianas y la comunidad internacional. El bombardeo. El presidente Volodomir Zelensky afirmó en Washington que 43 personas fallecieron en un Ucrania, debido a unos 40 misiles lanzados el pasado lunes 8 de julio.
Joyce Msuya, subsecretaria interina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios, denunció que estos ataques forman parte de un “preocupante patrón de ataques sistemáticos contra centros de salud y otras infraestructuras civiles”.
El gobierno ucraniano acusa a Rusia de haber lanzado un misil de crucero Kh-101. Rusia por su parte niega cualquier responsabilidad y asegura que el incidente fue consecuencia de un fallo en los sistemas de defensa aérea ucraniano. Sin embargo, las Naciones Unidas han declarado que existe una “gran probabilidad” de que el misil haya sido lanzado por las fuerzas rusas, impactando directamente al hospital. No obstante, la representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, Danielle Bell, ha solicitado una investigación más profunda para determinar con exactitud lo sucedido. Asimismo, las imágenes disponibles parecen mostrar que el proyectil impacto directamente en el centro médico.
Cabe destacar que este no es el primer incidente de este tipo durante el conflicto de Ucrania. En varias ocasiones, hospitales y otras instalaciones civiles han sido blanco de ataques, lo que ha provocado numerosas víctimas mortales y heridos. La ONU sigue con atención la evolución de la situación en Ucrania y exige que se respeten las normas de derecho internacional humanitario, especialmente la protección de la población civil.