El 1° de mayo de cada año se hace una conmemoración en homenaje a los “Mártires de Chicago”, denominado así por un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos por realizar un reclamo laboral.
Redacción: Mayra Alejandra Silva Casas
Los trabajadores pedían una reducción de la jornada laboral a 8 horas ya que llegaban a trabajar hasta 16 horas diarias. Más de 80 mil trabajadores iniciaron una huelga el 1° de mayo, movimiento liderado por Albert Pearsons. Este acto fue calificado como indignante e irrespetuoso y como un delirio de lunáticos poco patriotas. En Chicago las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo, y la única fábrica que trabajó era la de maquinaria agrícola McCormic.
El 2 de mayo, la policía desató de forma violenta una manifestación de más de 50 mil personas y el día 3 de mayo hubo una concentración, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Las personas se lanzaron sobre los scabs comenzando una batalla campal y la policía comenzó a disparar, quedando 6 muertos y muchas personas heridas.
En el cuarto día de la huelga estalló una bomba contra las fuerzas policiales en un suceso conocido como “el atentado de Haymarket”, se decretó un toque de queda en el que se detuvieron centenares de trabajadores que fueron golpeados y torturados. Lo que sucedió en Chicago le costó la vida a muchas personas y dirigentes sindicales, fueron cientos los despedidos, detenidos, asesinados y torturados, la mayoría de ellos eran inmigrantes italianos, españoles, alemanes, polacos y de otros países.
A finales de mayo, diferentes sectores accedieron a otorgar las jornadas de 8 horas a muchos obreros, pero algunos de ellos tuvieron que pagar por las acciones de la huelga. El 21 de junio del mismo año, comenzó el juicio de los trabajadores acusados de haber sido promotores del conflicto, dos de ellos fueron condenados a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y cinco a morir en la horca, estas 8 personas se convirtieron en los conocidos “Mártires de Chicago” y en su conmemoración se declaró el 1° de mayo como el Día Mundial del Trabajador.