En alerta máxima se encuentran las principales ciudades del país (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla), por nuevas movilizaciones en víspera del Día de la Independencia.
Por: Ludys Sará
Celebración de los 211 años de la Independencia de Colombia, llena de preocupación e incertidumbre por parte del Gobierno y las autoridades pertinentes por posibles infiltraciones que pueden generar alteraciones del orden público como ha ocurrido en los últimos tres meses, donde el país se ha visto inmerso en manifestaciones que han ocasionado caos en diferentes sectores y colectividad.
Fiesta patria, cargada de desasosiego e incertidumbre por lo factible que es la presencia de delincuentes comunes y bandas criminales que precisamente, aprovechan circunstancias como ésta para cometer delitos como hurto y desmanes, perjudicando a la sociedad desde, cómo desplazarse a sus lugares de trabajos u hogares, hasta actividades de la cotidianidad.
De tal manera, que lo hecho en principio por una buena causa y el derecho fundamental a la protesta, pasan a ser visto como algo desagradable y reprochable, producto de lo que sucede a mano de los infiltrados que utilizan la situación de saber que el pueblo está dolido por las diferentes situaciones que se vienen presentando con el Gobierno, desde inconformidades con algunas reformas; que han sido descartadas o modificadas a merced de las protestas, y por otro lado, la indignación y el enfado por las muertes de varios simpatizantes en manifestaciones anteriores.
Todo lo antes mencionado, ha generado una carga de emociones por parte de los asistentes que lo hacen de manera pacífica, porque no están de acuerdo con la estigmatización a la que han sido sometidos, fruto de las situaciones adversas que se han presentado por parte de los grupos al margen de la ley, que han tenido una fuerte incidencia en los actos vandálicos que terminan generando el repudio total de la comunidad. Y las protestas que en un principio fueron una forma de escucha ante tanta insatisfacción que atraviesa el país, pasan a crear molestias en la sociedad.
Un asunto no menos relevante para las autoridades es la propagación de los contagios, pues para nadie es un secreto que el virus está activo y las aglomeraciones que de hecho no están permitidas hacen parte de este tipo de eventualidades. Acto que puede agravar la situación del país en términos de salud, debido al incremento de los infectados que se alcancen a presentar a partir de las marchas en curso, porque por más personas que estén vacunadas nadie está exento de infectarse, ya que ninguna vacuna ofrece inmunidad.
Lamentablemente, el país hoy se encuentra en una situación similar a la de 1810, cansado del yugo de los Europeos; pero en la actualidad de los gobernantes. De sus malos manejos, de tanta injusticia, la indiferencia, la violencia y la falta de oportunidades, entre otros. Que llevaron al pueblo a sublevarse y dar el grito de libertad, conocido como el Día de la Independencia de Colombia.