
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) ha publicado su informe sobre el mercado laboral correspondiente a noviembre de 2024, destacando que la tasa de desocupación juvenil en Colombia presenta cifras alarmantes. Quibdó se ubica a la cabeza con una tasa de desocupación del 38,1%, seguida por Barranquilla A.M. con 24,3% y Sincelejo con 23,6%. Estos datos reflejan un desafío considerable para la inserción laboral de los jóvenes en estas ciudades.
La situación en Quibdó es especialmente preocupante, ya que casi cuatro de cada diez jóvenes se encuentran sin empleo. Esta cifra no solo resalta la dificultad del acceso a oportunidades laborales en la región, sino que también plantea ala pregunta sobre qué está haciendo el gobierno nacional para fomentar el empleo juvenil y reducir la pobreza en esta área.
Barranquilla y Sincelejo, aunque presentan tasas más bajas que Quibdó, también enfrentan retos significativos. En Barranquilla, el 24,3% de los jóvenes está desempleados, lo que podría estar relacionado con factores como la falta de formación adecuada y oportunidades laborales limitadas. Por su parte, Sincelejo muestra una tasa del 23,6%, lo que indica una necesidad urgente de estrategias efectivas para mejorar el acceso al empleo, sobre todo en la capital atlanticense la cual ha tenido un desarrollo notanle en los últimos años.
En contraste, las ciudades con las menores tasas de desocupación juvenil son Tunja (14,1%), Villavicencio (12,1%) y Bucaramanga A.M. (11,4%). Estas cifras sugieren que hay regiones en el país donde las condiciones laborales son más favorables para los jóvenes. Sin embargo, el desafío sigue siendo cómo replicar estos resultados positivos en otras áreas con altas tasas de desempleo.
El DANE también señala que la tasa global de participación entre los jóvenes ha disminuido, lo que indica que menos personas están buscando activamente empleo. Esto puede ser un síntoma de desánimo ante un mercado laboral difícil o la falta de oportunidades adecuadas.
Finalmente, es crucial que las autoridades tomen medidas inmediatas para abordar esta problemática. La implementación de políticas efectivas que promuevan el empleo juvenil no solo contribuirá a mejorar las cifras de desocupación, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía y el bienestar social del país. La situación actual exige una respuesta coordinada y efectiva para garantizar un futuro laboral más prometedor para los jóvenes colombianos.