Redactado por: Mishelle Ortiz. Instragram: @missh_ortiz
Es ingeniero químico y tiene 35 años. Desde el año pasado está dedicado a la marroquinería por medio de la elaboración de artículos en cuero para niños.
“Son diseños únicos a través de la producción de cueros colombianos libres de cromo (un agente químico que se utiliza en la curtición de pieles, catalogado como cancerígeno y causante de graves daños ambientales en las cuencas hídricas, especialmente en los ríos Tunjuelo y Bogotá)”, expone Rico.
Debido a una conversación con su hija, fue ella quien le dio ideas sobre diseños infantiles, así que él decidió enfocar su emprendimiento en esta población. “Papá, quiero un perrito. Papá, hazme un gato”, le dijo la niña de 4 años y de ahí brotó la inspiración para que a la fecha Jonathan haya creado 14 diseños en menos de 8 meses.
Con la ayuda del Fondo Emprender del SENA y de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), Jonathan pudo materializar sus ideas; su proceso duró alrededor de un año, teniendo que pasar por varios filtros para que su proyecto fuera aceptado.
“Lo que he logrado según el acompañamiento que nos hace la CCB, es a crecer en temas de marketing, de fotografía de producto y participación en eventos. Incluso, a expandir la oferta, pues ya tenemos diseños desde golden retriever hasta hipopótamo; y próximamente lanzaremos el bulldog francés”, concluye.
Su empresa se llama Savio Leather, cuya planta de producción se ubica en San Andresito de la 38. Allí, él dibuja, hace el molde, corta y ensambla.