Redactado por: Jeffer Ruiz – CAM.
Los festejos de Halloween en Colombia terminaron con saldo de varios muertos y decenas de heridos en algunas de las principales ciudades del país, por cuenta de los excesos en eventos y fiestas improvisadas. Lo que solía ser una celebración en la cual niños y adultos de todas las edades, en la que reinaba la diversión, la algarabía y los dulces, ha sido reemplazada por la violencia, el descontrol y el consumo de sustancias.
A pesar de la disposición de funcionarios policiales adicionales en los operativos especiales en ciudades como Cali y Bogotá, las caravanas de motociclistas que invadieron las principales arterias de estas dos urbes provocaron grandes desmanes. En redes sociales, cuentas como Entérate Cali reportaron incluso robos a transeúntes en las rutas de estas caravanas.
En Cali se presentó el caso de un DJ asesinado en extrañas circunstancias. El joven Felipe Vásquez fue asesinado de varios impactos de bala propinados por desconocidos, mientras transitaba a bordo de una motocicleta por la autopista Simón Bolívar, según reporte del diario El País.
En Soacha, Cundinamarca, asesinaron a un hombre de 29 años frente a su hija de 3 años. La víctima y la menor transitaban por el barrio Ciudad de Quito de la referida localidad, cuando fue atacado por la espalda por un hombre vestido de blanco quien descargó su arma en la nuca de su víctima, en presencia de decenas de niños. La policía de la localidad actualmente investiga este hecho a través de los videos de seguridad del lugar.
En un tercer caso, dos motociclistas impactaron frontalmente entre sí a la altura del estadio El Campín de la ciudad de Bogotá, en medio de una celebración improvisada, convocada principalmente por redes sociales. Además de la ruidosa caravana que invadió el lugar, los vecinos tuvieron que presenciar el dantesco accidente, en el que uno de los motociclistas perdió la vida, mientras que el otro terminó con heridas graves.
El llamado de las autoridades es a respetar la convivencia, el libre tránsito y la tranquilidad de los ciudadanos, y el derecho a una vida libre de violencia, sobre todo en estas festividades, que son principalmente disfrutadas por los niños.