
Redactado por: Hasbreidy Marentes.
Kenia nuevamente vive momentos angustiantes tras el anuncio de un nuevo proyecto de Ley que supone un incremento en los impuestos tributarios; ciudadanos de todas partes del país, se alzaron en manifestaciones pacíficas, aunque las confrontaciones con las autoridades y la tensión y descontento entre los habitantes desencadenaron acciones violentas en rechazo a las nuevas políticas del país africano.
Kenia, en las últimas semanas, vivió un panorama similar, cuando manifestantes se tomaron el Parlamento en medio de una jornada de movilizaciones sin precedentes por anuncios de nuevas medidas gubernamentales que, por un lado el presidente de Kenia, William Ruto, explica que pretende recaudar 2.700 millones de dólares en impuestos adicionales para reducir el déficit presupuestario y el endeudamiento estatal, por el contrario, sus habitantes afirman que es un golpe duro y que los empuja a la pobreza extrema a corto plazo.
La propuesta de la nueva política de la república de Kenia estalló violentos enfrentamientos entre la oposición y las autoridades de control ciudadano; hasta el momento, cifras oficiales reportan al menos 17 manifestantes fallecidos, Nairobi fue el escenario de 14 de esas muertes producidas cuando la Policía atentó contra ellos con armas de fuego para evitar que accedieran nuevamente al Parlamento; otros métodos para contrarrestar el objetivo de los protestantes fueron los gases lacrimógenos y, en algunos casos, disparos directos contra la multitud.
Adicionalmente, se reportaron numerosas personas heridas, desaparecidas y arrestadas por uniformados y no uniformados durante las confrontaciones que han aumentado desde el año 2022, cuando William Ruto y su gabinete presidencial tomaron el poder de Kenia. Los manifestantes tildan el Gobierno de traicionero luego de que 195 diputados votaran de manera preliminar a favor del polémico Proyecto de Ley de Finanzas de 2024, frente a 106 votos en contra, falta aún la votación final y definitiva sin fecha aún estipulada.
Los enfrentamientos violentos han sido rechazados por las ONG, argumentando que hay uso de fuerza excesiva y letal contra las personas y que viola sus derechos humanos y civiles; constantemente organizaciones como Amnistía Internacional, realizan llamamientos para que encuentren una solución pacífica y negociada que respete los derechos de los ciudadanos kenianos.