
La llegada de 2025 marca un hito significativo en el calendario de las generaciones: los nacidos a partir de este año pertenecen a lo que ya se ha denominado Generación Beta.
Esta nueva cohorte de niños y niñas, que ocuparán el centro del escenario en las próximas décadas, será la segunda generación nacida completamente en un mundo digital. Aunque su identidad colectiva aún está por definirse, las primeras características que se perfilan hacen de ellos una generación profundamente moldeada por la tecnología y los desafíos del siglo XXI.
¿Qué es la Generación Beta?
La Generación Beta se extiende, según los análisis demográficos más recientes, desde 2025 hasta aproximadamente 2039. Estos niños nacerán en una era marcada por la integración de la Inteligencia Artificial (IA) y la automatización en casi todos los aspectos de la vida cotidiana, desde la educación hasta el ámbito laboral.
A diferencia de sus predecesores, como los Generación Z (nacidos entre 1995 y 2009) o Generación Alfa (2009-2024), los Beta crecerán con tecnologías como la IA y la robótica plenamente incorporadas en su vida diaria, sin necesidad de un proceso de adaptación, lo que marcará una gran diferencia en su relación con el mundo digital.
Un aspecto clave que distingue a los Beta es que serán los primeros nativos de un mundo donde las fronteras entre lo digital y lo físico se difuminan, de acuerdo con expertos como Mark McCrindle, sociólogo y fundador de una empresa de análisis demográfico.
En este contexto, para ellos, la interacción con asistentes virtuales, el uso de dispositivos conectados al cuerpo y el acceso a realidades virtuales y aumentadas será tan cotidiano como lo es para las generaciones anteriores usar un teléfono móvil.
La educación y el trabajo en la era Beta
Los niños Beta, criados por millennials y Generación Z, tendrán una perspectiva única del mundo, resultado de la educación digital que sus padres les brindarán. De hecho, se espera que, como sus predecesores, reciban una educación más consciente de los peligros de Internet.
La generación Beta se enfrentará a un desafío distinto: integrar los avances tecnológicos mientras preservan su bienestar en un entorno que podría estar plagado de desafíos como la sobreexposición digital y la automatización.
Además, en el ámbito laboral, esta generación será la primera en experimentar un mercado de trabajo que no solo se ha digitalizado, sino que también ha sido profundamente transformado por la automatización y la IA.
El concepto de trabajo desde casa, que ya se consolidó parcialmente durante la pandemia del COVID-19, será parte de la rutina cotidiana de los Beta, quienes encontrarán oportunidades laborales sin barreras geográficas ni temporales. Esto les permitirá una flexibilidad laboral que las generaciones anteriores solo han empezado a experimentar.
La paradoja de la era digital: adaptación y conciencia ecológica
Los expertos sostienen que la Generación Beta también será más responsable social y ambientalmente que las generaciones anteriores. Criados en un mundo que ha sido testigo de los efectos del cambio climático y los movimientos de activismo global, como los de la joven Greta Thunberg o Malala Yousafzai, se espera que los Beta se identifiquen con causas globales y que valoren el trabajo en equipo y la colaboración por encima de los intereses individuales.
La adaptabilidad, la igualdad y la conciencia ecológica serán, según los analistas, los pilares sobre los cuales esta generación construirá su visión del mundo.
No obstante, como toda nueva generación, los Beta también enfrentan la incertidumbre del futuro, un futuro en el que las dinámicas de poder y las relaciones laborales estarán fuertemente influenciadas por la inteligencia artificial y las plataformas tecnológicas.
Algunos críticos advierten que esta realidad podría llevarlos a convertirse en consumidores altamente influenciables, donde sus decisiones de compra y las marcas con las que se relacionan estarán profundamente establecidas por los valores éticos y sociales de las empresas.
Los desafíos del futuro: ¿serán los Beta un motor de cambio social?
Uno de los mayores interrogantes sobre la Generación Beta es si serán capaces de replicar o incluso superar el impacto social de los activistas de la Generación Z, quienes han liderado la lucha contra el cambio climático y las injusticias sociales.
A medida que los Beta crezcan, será fundamental observar si adoptan una postura igualmente crítica ante las injusticias o si, por el contrario, se verán más influenciados por las dinámicas de poder económico y corporativo.
Por otro lado, y en un giro importante, muchos analistas creen que los Beta estarán más conectados globalmente. La globalización digital les permitirá estar en contacto constante con otras culturas y realidades, lo que contribuirá a su formación como individuos multiculturales y tolerantes.
A pesar de las dificultades y los dilemas sociales que puedan surgir, su carácter global y su consumo consciente de información y productos tienen el potencial de generar un cambio social profundo.
La terminología generacional: Beta, una nueva etapa
El uso del alfabeto griego para denominar a las generaciones, iniciado con la Generación Alfa, marca una separación clara entre el siglo XX y el XXI. Este cambio no es solo simbólico, sino que subraya cómo el contexto digital ha modificado nuestra concepción de lo que significa pertenecer a una «generación».
La terminología generacional, aunque criticada por algunos investigadores debido a su arbitrariedad, sigue siendo una herramienta útil para comprender cómo los avances tecnológicos y los cambios socioculturales configuran las vidas de los individuos.
Así, mientras que las generaciones anteriores, como los Boomers, Generación X y Millennials, fueron testigos de la evolución de la tecnología, los Beta serán los primeros en nacer dentro de un ecosistema completamente digital, donde la integración de la IA, la robótica y la computación cuántica estarán a la orden del día.
No solo vivirán en este entorno, sino que también lo darán por hecho, sin sentir la necesidad de cuestionar la tecnología que forma parte de su día a día.
El primer bebé de la Generación Beta
El mundo dio la bienvenida a Frankie Remruatdika Zadeng, nacido en Aizawl, Mizorán, India, minutos después de la llegada del año 2025.
Con su nacimiento, Frankie se convierte en el primer bebé registrado de la Generación Beta, un hito que marca el inicio de una nueva era.
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Las generaciones anteriores
Para entender mejor la Generación Beta, es útil hacer un breve repaso de las generaciones previas:
Baby Boomers (1946-1964):
Crecieron en un periodo de estabilidad económica tras la Segunda Guerra Mundial. Son conocidos por su trabajo duro y lealtad laboral.
Generación X (1965-1980):
Fueron testigos de la transición hacia una mayor conectividad digital, pero todavía no nacieron en un mundo completamente digital.
Millennials o Generación Y (1981-1996):
La primera generación plenamente digitalizada, con acceso a Internet y dispositivos móviles desde una edad temprana.
Generación Z o centennials (1997-2009):
Crecieron inmersos en las redes sociales y la tecnología móvil, destacándose por su habilidad para manejar múltiples plataformas digitales.
Generación Alfa (2010 – 2024):
Nacieron en un mundo digitalizado, es la generación que en su infancia vivió la pandemia y se vieron obligados a aislarse por la pandemia viendo cómo se aceleraba la implementación digital en todos los aspectos de la vida.
La Generación Beta representa no solo el futuro de la tecnología, sino también una nueva forma de concebir la identidad colectiva, la educación, el trabajo y el activismo social. Los Beta tendrán que navegar un mundo hiperconectado, donde la tecnología se integra de forma casi invisible a la vida cotidiana, con el desafío de mantener un equilibrio entre innovación y responsabilidad social.
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