Redactado por: Ramiro Cárdenas
El partido entre Atlético Nacional e Independiente Medellín por la semifinal de la Copa BetPlay dejó una clasificación histórica para el equipo verdolaga, pero también un escándalo protagonizado por su técnico, Efraín Juárez. Durante la celebración tras el pitazo final, sus gestos hacia la tribuna occidental del estadio Atanasio Girardot fueron interpretados como provocaciones, encendiendo los ánimos de los hinchas del DIM.
La situación se agravó cuando varios hinchas intentaron ingresar al terreno de juego, lo que requirió la intervención de las autoridades para garantizar la seguridad.
Posteriormente, la Policía interrumpió la rueda de prensa de Juárez para escoltarlo hacia un sector del estadio y exigirle explicaciones por lo sucedido.
“caballero, vamos por favor, vamos porque soy la autoridad policial, vamos saliendo, vamos saliendo” manifestaba el policía al ver que el técnico verdolaga no acudía a sus indicaciones.
Según declaraciones oficiales, la celebración de Juárez fue tomada como provocadora y será enviado a un citatorio donde se definirá si se le impondrá un comparendo.
En su defensa, Juárez aseguró que sus gestos no estaban dirigidos a la hinchada rival, sino al palco donde se encontraban directivos del club. “Nunca fue mi intención ofender. Les pido disculpas si se sintieron aludidos”, afirmó el técnico mexicano.
El incidente no terminó allí. A las afueras de la sala de prensa, representantes del Medellín, incluyendo a su presidente, reprocharon el comportamiento de Juárez, acusándolo de faltar al respeto en un partido de alta tensión. El técnico quedó en libertad minutos después.