Bádminton, ¿qué es? ¿A qué suena?, son muchas las personas que no saben que es un deporte y que se práctica en Colombia hace varios años.
Escrito por Tatiana Asprilla
Su origen se remonta a la India, del siglo XIX, años más tarde llegó a Inglaterra, donde los monarcas lo practicaban; era un juego más bien formal, lo hacían con zapatos abotonados, corbatín y pantalones abombados de seda. En él se enfrentan dos equipos, pueden ser individuales o dobles y cada uno de ellos debe golpear con raquetas el volante o pluma como se le llama a la “pelotita” que vuela sobre la red, para que la cruce y caiga en el sector oponente, El punto finaliza cuando el volante toca el suelo.
Es un deporte olímpico, desde los juegos de Barcelona 92 y tiene cinco modalidades: individuales masculino y femenino, dobles masculino y femenino y dobles mixto. En el 2015 el Comité Paralímpico Internacional lo incluyó como modalidad oficial de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Y aunque en Colombia no sea muy conocido o reconocido, hay deportistas y entrenadores que trabajan todos los días para que esto cambie, como en el caso de Dagoberto Corredor, entrenador de alto rendimiento de Bádminton; tiene a su cargo a la selección Colombia y Bogotá convencional, y la selección Colombia paralímpica, ha trabajado con este programa hace 9 años, y es un ferviente enamorado de este deporte.
Se enamoró del sistema paralímpico por los retos que representa trabajar con personas con alguna discapacidad física o funcional, donde los deportistas tienen además, más chance de clasificar a los juegos Paralímpicos que a los Olímpicos, donde los cupos son más limitados y reñidos por países mejor preparados en esta práctica deportiva. Tiene el gusto, la chance y el placer de entrenar con Jean Paul Ortiz, ranqueado número tres de Sudamérica y número 32 del mundo. Sus objetivos principales son: clasificar a los Panamericanos de Santiago de Chile 2023 y a los Paralímpicos de París 2024.
Afirma que los apoyos y estímulos existen desde el distrito, gracias a la resolución 406, pero están en constante lucha para que sus ítems mejoren a favor de los deportistas que los reciben. Expresa que el apoyo otorgado de parte del IDRD es proporcional a los resultados que los atletas demuestren, “si gana se le da, si no gana, siga entrenando”, Los escenarios y los implementos, dan cuenta de los esfuerzos que se hacen, para brindar mejores condiciones de entrenamiento.
Dagoberto piensa, que siempre hay espacio para ser mejores, pero que desde diferentes sectores se trabaja para que esto pueda suceder, desde luego el sistema de estímulos deportivos, se queda corto a comparación con otros países de la región. De manera enfática expresa su desacuerdo a la visibilidad que se le da al Fútbol, en comparación a otras disciplinas deportivas, donde sin duda alguna el país resalta más. Poder sacar adelante a deportistas de alto rendimiento con pocos recursos, es uno de los retos más grandes, es así como diseña diferentes estrategias para conseguir que los representantes de este deporte, participen en competencias internacionales.
Uno de los momentos más duros que ha vivido por cuenta del Bádminton, fue en los panamericanos de Lima 2019, en la lucha por la medalla de plata, Colombia se enfrentó contra Brasil, cuya delegación ascendía a más de 50 deportistas, el partido llegó a una estancia supremamente reñida, con todo el coliseo en contra, Jean Paul, quien representaba al país fue derrotado, al ver la cara de su deportista, lo abrazó y lloraron juntos. Desde luego esta derrota lo incita a preparar mejor a sus jugadores. Hace un llamado al sector público y privado a creer e invertir en los deportistas, y en los deportes individuales, sobre todo en zonas vulnerables, que tanto lo necesitan.
Por su parte Jean Paul Ortiz practica hace 5 años, a causa de un accidente que sufrió en su juventud, perdió completamente la movilidad de su brazo derecho, gracias a su relación de atrás con Dagoberto, conoció el Bádminton adaptado, empezó a entrenar y rápidamente se dió cuenta de sus habilidades y buen desempeño, lo ama con locura y ha trabajado muy fuerte, dejando de lado sus relaciones sociales y familiares, dedicándose de lleno a él.
Es el primer deportista de bádminton tanto convencional como adaptado en representar a Colombia en un Mundial; ha participado en torneos de Irlanda, Canadá, Suiza, Japón, Brasil y Perú. Al no contar con un buen apoyo económico, se dedica a trabajar en plataformas digitales, prestando el servicio de transporte, debido a que le permite flexibilizar su tiempo, para dedicarse a entrenar, además de haber sufrido discriminación en trabajos formales, por su condición física.
Afirma no haber recibido ningún incentivo económico por parte del Estado ni del Distrito, situación que lo lleva a desmotivarse en algunas ocasiones, pero al ser esta su gran pasión y un refugio para combatir los días monótonos de la vida, se resiste a dejarlo, incentivado además por sus hijos a quienes califica como los motores de su vida. Lamenta profundamente el no asistir a una competencia, motivo por el cual quedó fuera de Tokio 2020, situación que no piensa volver a repetir, volcando toda su concentración al Bádminton. Su sueño más grande es representar a Colombia en París y traer consigo una medalla; invita a los jóvenes y a los deportistas a no rendirse, no frustrarse, a limpiarse las rodillas después de las caídas y luchar por sus sueños y más cuando se cuenta con una discapacidad física como la de él.
Tanto Dagoberto como Jean Paul alzan la voz en pro de su deporte, reclaman más y mejores espacios deportivos para diferentes disciplinas, además de exigir cubrimiento por parte de los medios de comunicación, para que difundan y den a conocer las maravillas del Bádminton, y así personas con capacidades convencionales como personas con alguna discapacidad se anime a practicarlo.
