Redactado por: Nicolás Arteaga
La Candelaria, siendo el barrio más histórico de Bogotá, ha sido escenario de diversas historias y leyendas, algunas de las cuales podrían tener un toque de misterio o terror. Estas suelen ser más producto de la tradición oral y la cultura popular que ha circulado en la zona.
La primer leyenda es La llorona: Se cuenta que en algunas noches, especialmente durante las lluvias, se escucha el lamento de una mujer que llora y busca a sus hijos. La leyenda comparte similitudes con la famosa historia de “La Llorona” en otras culturas latinoamericanas. Se dice que la mujer, por razones trágicas, deambula por las calles empedradas de La Candelaria buscando a sus hijos perdidos. Algunos residentes o visitantes han afirmado haber escuchado sus lamentos en la oscuridad nocturna.
Otra leyenda asociada a La Candelaria es la historia del “Silbón Bogotano.” Se cuenta que algunas noches, es escuchado un silbido melancólico y aterrante en las calles de este barrio histórico. Se cree que este silbido proviene de un espectro que deambula por las calles, buscando a aquellos que han cometido actos injustos o pecaminosos.
La leyenda sostiene que el Silbón Bogotano castiga a quienes han transgredido normas morales, y su silbido es un presagio de problemas o desgracias. Algunos cuentan haber experimentado encuentros escalofriantes con esta entidad en las noches más oscuras.
Otra leyenda que se ha transmitido en La Candelaria es la historia de “El Monkéy.” Comúnmente es dicho que, en las noches silenciosas, se hace posible escuchar el suave sonido de una flauta que proviene de las calles, este melodioso sonido es obra de un personaje misterioso llamado “El Monkéy,” quien toca su flauta mientras deambula por las estrechas calles coloniales.
La leyenda agrega un toque intrigante al ambiente nocturno del barrio, y algunos aseguran haber escuchado la melodía mientras pasean por las antiguas calles de La Candelaria. Se dice que si te encuentras con “El Monkéy”, debes ser respetuoso y guardar silencio, ya que es un ser que prefiere la tranquilidad y la contemplación.
Estas historias, aunque a menudo se comparten como parte del folclore local, son narrativas que contribuyen al encanto y la mística del barrio histórico de La Candelaria.
Es importante tener en cuenta que estas historias son parte del folclor, la tradición oral y la cultura popular, y no hay evidencia tangible que respalde la existencia de seres sobrenaturales. Son narrativas que han sido transmitidas a lo largo del tiempo para añadir un toque de misterio y emoción a la rica historia, la mayoría de las historias de terror asociadas son expresiones culturales y narrativas que añaden un toque de misterio al ambiente histórico del barrio.
