Después de 21 etapas y un final con crono individual, el ciclista colombiano mantuvo la ventaja sobre Damiano Caruso, además, ganó la camiseta de los jóvenes.
Redacción: José Alejandro Martínez López
El inicio de la primera vuelta de las tres grandes del año era una incógnita para el corredor del INEOS, ya que las molestias en su espalda no le habían permitido demostrar el nivel que tuvo en el Tour de Francia en 2019. El principal gregario de Egan en la competencia fue Daniel Felipe Martínez, un escudero que supo estar en los momentos más difíciles del líder para apoyarlo.
Durante 13 etapas conservó la maglia rosa, en la 9 jornada marcó lo que iba a ser el resto de carrera; el camino destapado en los últimos kilómetros, su experiencia en este tipo de terreno y el trabajo en equipo ayudaron al corredor zipaquireño a lograr la victoria. A partir de ahí no soltó el primer lugar de la general.
La etapa 11 del Giro, de 162 kilómetros y con 35 de ellos de sterrato dividido en 4 sectores auguraba cambios en la clasificación y más después de un día de descanso en el que no se sabía cómo iban a responder las piernas; Egan supo aprovecharlo y la crisis de Evenepoel lo benefició, pues tomó distancias de Simon Yates y Caruso.
El ascenso al Monte Zoncolan era clave, Bernal defendió el puesto y aumentó la diferencia sobre sus más cercanos perseguidores. Todavía estaba intacto y lo probó en la etapa reina, recortada por las condiciones climáticas del momento; la estrategia del equipo dio frutos y a 4 kilómetros de meta el capo de la escuadra inglesa atacó y ganó por segunda vez en la ronda italiana.
No todo podía ser color de rosa, en la jornada 17 Martínez hizo valer su título como gregario de lujo en un día malo para Egan. Lo acompañó, alentó y ayudó para que no perdiera mucho tiempo con Yates, aun así, logró sortear su momento más difícil durante la competencia.
Hubo tranquilidad en la etapa 18 al ser un recorrido llano; sin embargo, la montaña el 28 y 29 de mayo le podía traer problemas al líder que, con un buen planteamiento, alcanzó a llegar a la última jornada con dos minutos de diferencia.
Milán fue la última parada con una contrarreloj individual de 30 kilómetros que no tenía desnivel, Caruso consiguió descontar alrededor de treinta segundos, pero no fueron suficientes, Egan obtuvo, por primera vez, el Giro de Italia.
