El 9 de mayo de 1994 Nelson Mandela se posesionó como el primer presidente de raza negra en la historia de Sudáfrica representando al partido político Congreso Nacional Africano.
Redacción: José Alejandro Martínez López
Hasta 1992 estuvo en vigor el apartheid, un sistema de segregación racial impulsado por los descendientes de los colonos europeos e instalado desde 1948 en Sudáfrica con la finalidad de mantener sus privilegios sobre la población negra impidiendo que votaran, fueran pareja de blancos o recibieran el mismo sueldo, además de usar el mismo baño o las mismas playas.
Nelson Mandela fue arrestado en 1962 y acusado de conspiración para derrocar el Gobierno luego de apoyar la resistencia pacífica y más adelante acciones violentas en contra del mismo. Por esto, fue condenado a cadena perpetua en el proceso de Rivonia. 27 años después la presión internacional, los problemas en su economía y las negociaciones entre el presidente sudafricano y el CNA permitieron la liberación de Mandela en 1990 y la abolición del apartheid en 1991.
En las elecciones generales de 1994 ya era un líder conocido por toda la población, pues desde la cárcel se ya se había convertido en una líder de la lucha. Fue elegido por primera vez en una democracia en la que el 9 mayo de ese mismo año tomó posesión como presidente en un acto histórico para los sudafricanos en el que planteó el diálogo y el entendimiento como herramientas para construir una sociedad entre blancos y negros.
En 1993 su labor por el cambio en Sudáfrica le valió para ser reconocido con el Nobel de Paz en 1993. Durante su mandato hasta 1999 su principal objetivo fue la instauración de una democracia en un territorio permeado por la violencia, la injusticia y la discriminación. En 2013 falleció a los 95 años a causa de una infección respiratoria aguda. Desde 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 18 de julio como el Día Internacional de Nelson Mandela como reconocimiento al expresidente sudafricano en su contribución hacia la paz y la libertad.
