Por: Sebastián P. Garzón
La línea uno del Metro de Bogotá, es la construcción de infraestructura más importante de la ciudad, sus obras han generado bloqueos en las calles, congestión vehicular, pero también se ha impulsado desde la (Alcaldía de Bogotá) bogota.gov.co/ la importancia del patrimonio visual de la ciudad desde el muralismo y el graffiti, principalmente de la línea uno del Metro de Bogotá.
La Alcaldía abrió una convocatoria para que las mesas de graffiti y muralismo se unan a esta causa con la intención de hacer de la línea uno del Metro, un espacio incluyente y diverso para sus usuarios.
Ya empezó la acción de la línea uno del Metro de Bogotá
En Kennedy, se elaboró un mural en la estación seis del Metro, intervenido por el artista urbano Luis Molina, el cual contiene la historia y desarrollo del barrio Cervantes, desde su época de inauguración hasta la modernidad, Luis Molina habló con el CAM de la Fundación Universitaria Los Libertadores y explicó que «es mucho más que una obra artística; es un testimonio visual de las historias y aventuras de infancia de una comunidad que ha visto como su entorno, se ha transformado a lo largo del tiempo»
También se han hecho intervenciones en las estaciones: tres, cuatro y cinco, ubicadas en la misma localidad. Las temáticas abordadas fueron la inclusión de la comunidad LGTBIQ+, la diversidad cultural y la cultura china. Lo que busca la Alcaldía Distrital es generar apropiación de la comunidad con la línea 1 del Metro e impulsar el concepto de «Bogotaneidad»
¿Cómo afecta estas convocatorias a los artistas?
Según Booguie Roots, artista gráfico de la ciudad de Bogotá, la libertad de diseño se ve castrada por parte de la institución, “tienen una modificación de lo visual ¿a qué me refiero? a que son siempre temáticas de lo mismo, los jaguares, los indígenas, lo aborigen, entonces se corta un poco la libre expresión, ¿sí? porque tú no puedes pintar ahí lo que tú quieres, sino lo que ellos le exigen a uno”.
El artista también nos contó que “mucha gente por su necesidad accede a este tipo de convocatoria que muchas veces son elaboradas en condiciones indignas, ¿sí? Obviamente es un trabajo y pues toca hacerlo, pero ellos siempre han estado utilizando esa dinámica, entonces siento que es un poco triste porque seguimos replicando lo mismo. No hay una libre expresión, no hay un apoyo al artista real, sino que prácticamente, es como un abuso o simplemente una instrumentalización del artista como tal para crearle las obras que ellos quieren y a la final ellos la monetizan como quieren”.
Roots hace un llamado para que el trabajo de los artistas sea valorado “a ti te pagan unas lucas, pero después que hagan los tours llega gente extranjera y ellos son los que reciben estos pagos y se lucran también, a veces incluso de la misma gráfica que hacen los artistas, ¿sí? entonces también hay muchas cosas, digamos, hay que tratar esas problemáticas y es demasiado triste también como ocultan el problema de las cosas con la belleza gráfica” concluyó.
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Arte urbano y comunidad
El arte urbano hace parte de las palestras informativas populares, las comunidades, principalmente de sectores populares, han usado el muralismo y el graffiti como herramienta de denuncia, difusión y protesta.
El activismo táctico, es una estrategia que ha venido adelantando el gobierno nacional, para recuperar espacios públicos desde el muralismo y el graffiti, espacios que se ven acechados por consumo, inseguridad y violencia. Podemos visualizar parte de este trabajo en la Av. Suba con carrera 80 en el Puente de la virgen, o como se le nombró actualmente Puente de la vida, en el que sus murales han sido intervenidos por artistas de la localidad con mensajes alusivos a la vida, tolerancia y la salud mental.
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