Se presentó una denuncia por presunto abuso sexual al interior de una institución educativa de la localidad de Kennedy, en Bogotá. Las autoridades educativas y de protección de la niñez activaron la ruta de atención correspondiente para investigar lo ocurrido.
Redactado por: Karen Sofía Rodríguez Villanueva
La alerta fue dada por la madre de una estudiante, quien decidió acudir a las autoridades tras notar comportamientos inusuales en su hija. Según su testimonio, la menor comenzó a mostrar temor de asistir al colegio y rechazo hacia ciertas actividades escolares. Ante la sospecha de una posible agresión, la familia acudió a un centro médico, donde se activó el protocolo de atención conocido como Código Blanco, utilizado en casos de presunta violencia sexual infantil.
El caso ocurrió en un colegio público de la localidad de Kennedy, una de las zonas más pobladas de Bogotá. Aunque las autoridades no han revelado el nombre de la institución ni la identidad de la menor, sí confirmaron que el hecho está siendo investigado bajo estrictas medidas de confidencialidad y protección.
Respuesta de las instituciones y acompañamiento a la víctima
Tras conocerse la denuncia, la Secretaría de Educación de Bogotá, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Procuraduría General de la Nación activaron de inmediato la ruta de atención interinstitucional. Esta ruta contempla acompañamiento psicológico y jurídico tanto para la menor como para su familia, además de la suspensión temporal de las actividades del presunto responsable mientras se adelantan las indagaciones.
La Procuraduría solicitó información detallada a las entidades implicadas sobre las medidas tomadas por el colegio y sobre la implementación del protocolo de protección a la infancia. “Se requiere garantizar que todos los entornos educativos sean seguros, libres de violencia y con mecanismos de denuncia eficaces”, señaló el organismo de control.
Antecedentes y preocupación en la comunidad educativa
Este caso se suma a otros reportes recientes de presunta violencia sexual ocurridos en instituciones educativas de Kennedy, una localidad que, según datos de la Secretaría de Educación, registra un número preocupante de denuncias por agresiones dentro del entorno escolar. Solo entre enero y septiembre de 2024, se reportaron más de 60 casos de vulneración de derechos a menores en colegios del sector, varios de ellos relacionados con acoso o abuso sexual.
Padres de familia y líderes comunitarios manifestaron su preocupación y exigieron mayor vigilancia dentro de los colegios. “No queremos que esto vuelva a pasar. En los colegios debería haber más acompañamiento, más psicólogos y campañas preventivas constantes”, expresó una madre durante una reunión en la localidad.
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El rol del sistema educativo y los retos institucionales
Expertos en temas de infancia advierten que, aunque Bogotá cuenta con protocolos claros de prevención y atención, aún existe un vacío en su aplicación efectiva dentro de los colegios. Muchos docentes no están completamente capacitados para detectar señales tempranas de abuso, y algunos casos se silencian por temor o falta de conocimiento sobre los procedimientos de denuncia.
Organizaciones sociales de Kennedy también han hecho un llamado a la comunidad educativa para fortalecer los espacios de diálogo entre padres, profesores y estudiantes, con el fin de crear entornos más seguros y de confianza. Además, proponen la instalación de comités de convivencia más activos y la presencia de profesionales psicosociales permanentes en los colegios públicos.
Investigación en curso y llamado a la prevención
Por ahora, las autoridades judiciales avanzan en la recopilación de testimonios, exámenes médicos y revisión de cámaras de seguridad, con el fin de esclarecer la forma en que ocurrieron los hechos y determinar posibles responsabilidades.
La Secretaría de Educación reiteró su compromiso con la protección de la niñez y recordó que cualquier señal de maltrato o vulneración debe ser reportada de inmediato a la línea 141 del ICBF o al 123 de la Policía Metropolitana.
El caso ocurrido en Kennedy vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de fortalecer la cultura de la denuncia, la educación sexual integral y la vigilancia constante en los entornos escolares. En una ciudad donde miles de niños y adolescentes asisten diariamente a instituciones educativas, garantizar su seguridad no puede ser una opción, sino una prioridad.
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