Hoy, 11 de agosto a la 1:56 de la mañana, falleció Miguel Uribe Turbay tras el atentado sufrido el pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá, cuando se encontraba dialogando con la ciudadanía en un espacio público, dentro de las actividades de campaña como precandidato presidencial.
El senador llevaba más de dos meses en la Fundación Santa Fe de Bogotá y fue operado en diferentes ocaciones como parte de los esfuerzos de salvarle la vida, el centro médico emitió un comunicado oficial y ofreció una rueda de prensa cuando ya todo el país conocía las palabras de su esposa.
Claudia Tarazona, esposa de Miguel Uribe Turbay, por medio de sus redes sociales dio a conocer su sentir tras la partida de su esposo, dejando un emotivo mensaje:
Miguel Uribe Turbay un político con ascendencia dirigente
Miguel Uribe Turbay nació el 28 de enero de 1986 en Bogotá, en el seno de una familia de raíces políticas colombianas. Era nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala (1978-1982) y su otro abuelo era el dirigente liberal Rodrigo Uribe Echavarría, su madre, también víctima de la violencia era la recordada periodista Diana Turbay.
Se formó en el colegio Los Nogales y, posteriormente, se graduó como abogado de la Universidad de los Andes, donde también cursó una maestría en Políticas Públicas. Su formación académica se complementó con una Maestría en Administración Pública de la Escuela de Gobierno de Harvard.
Miguel inició su carrera política en 2012, cuando fue elegido concejal de Bogotá por el Partido Liberal a los 26 años. Durante su gestión se destacó como opositor al entonces alcalde Gustavo Petro, cuestionando su gestión en temas como el sistema de basuras y los programas sociales.
En 2014 fue elegido el presidente del Concejo, siendo así el más joven en la historia de la ciudad; igualmente, fue reconocido por el programa ‘Concejo Cómo Vamos’ como uno de los mejores concejales.
Del Concejo de Bogotá a la candidatura presidencial
En 2016 fue nombrado secretario de Gobierno por el entonces alcalde Enrique Peñalosa, cargo que desempeñó hasta 2018. En octubre de ese año renunció al puesto para lanzarse a la Alcaldía de Bogotá, contienda en la que ganó Claudia López
Tras su paso por la administración distrital, Miguel Uribe Turbay llegó al Senado de la República como miembro del partido Centro Democrático. Su trabajo legislativo se caracterizó por el enfoque en temas de seguridad, desarrollo urbano y políticas públicas.
Se consolidó como precandidato a la presidencia de Colombia para las elecciones de 2026, posicionándose como una figura clave del Centro Democrático.
Más allá de la figura pública
Miguel Uribe Turbay tenía una profunda pasión por la música, que estudió desde niño y mantuvo durante su carrera política.
En 2016 contrajo matrimonio con María Claudia Tarazona, abogada. Se conocieron durante su primera campaña política, cuando tenía 25 años y aspiraba al Concejo de Bogotá.
María Claudia llegó al matrimonio con tres hijas de una relación anterior (María, Emilia e Isabella), quienes fueron adoptadas por Miguel. En 2019 nació su hijo en común, Alejandro Uribe Tarazona.
Dos víctimas de una misma familia
Miguel Uribe Turbay creció marcado por una tragedia familiar. Su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada por Los Extraditables del cartel de Medellín en 1990 cuando él tenía apenas cuatro años. Diana murió cinco meses después durante un operativo de rescate en enero de 1991.
Tras la muerte de su madre, Miguel fue criado por su abuela paterna, mientras su padre, Miguel Uribe Londoño, continuó su carrera política como concejal y senador. Esta experiencia temprana con la violencia política influyó en su posterior enfoque legislativo en temas de seguridad y su firme posición contra el terrorismo.
La muerte de Miguel reproduce, más de tres décadas después, el mismo patrón de violencia política que marcó la historia de su familia y del país.
Reacciones frente a la muerte de Uribe Turbay
La presidencia de Colombia se pronunció a través de sus redes sociales, uniéndose a las diferentes reacciones que ha generado el deceso del precandidato.
Diferentes protagonistas de la política colombiana se han pronunciado repudiando el hecho, tanto en redes sociales como en entrevistas en medios de comunicación, uno de los políticos más respetados del país, Humberto De La Calle, público en sus redes sociales la siguiente carta:
Igualmente, sus contradictores políticos se unieron al momento haciendo una reflexión con respecto al respeto por la democracia, como fue el caso de la senadora María José Pizarro, quien publicó:
Las asociaciones también han dejado su mensaje en las redes sociales, como el caso de la Asociación de las Madres de los llamados Falsos Positvos de Colombia (MAFAPO).
Las Implicaciones legales del magnicidio de Uribe Turbay
Tras el fallecimiento de Miguel Uribe Turbay el 11 de agosto de 2025, los abogados de la familia, encabezados por Víctor Mosquera, presentaron una solicitud formal ante las autoridades judiciales para que el caso sea reclasificado como «magnicidio y crimen de lesa humanidad».
Esta petición no es meramente simbólica. Los representantes legales argumentan que el atentado contra el senador y precandidato presidencial trasciende un simple homicidio, dado su estatus como figura política de relevancia nacional y su proyección hacia la presidencia de la República.
¿Qué es un Magnicidio?
El magnicidio, derivado del latín magnus (grande) y cida (asesinato), se define como el asesinato de una persona de alta dignidad, poder o relevancia pública. Tradicionalmente, este término se aplicaba a la muerte violenta de reyes o monarcas, pero en el contexto actual abarca el homicidio de figuras políticas prominentes, funcionarios públicos de alto rango y líderes sociales.
En Colombia, aunque el Código Penal no utiliza literalmente la palabra «magnicidio», estos casos se clasifican como homicidio agravado, especialmente cuando la víctima es un servidor público, periodista o miembro de organizaciones políticas. La diferencia fundamental radica en que el magnicidio busca no solo eliminar a la persona, sino también el proceso político o social que representa.
Implicaciones de la reclasificación como magnicidio
La declaración del caso como magnicidio conllevaría consecuencias jurídicas significativas:
Imprescriptibilidad del delito: Una vez catalogado como crimen de lesa humanidad, el delito se vuelve imprescriptible, lo que significa que no existe límite de tiempo para perseguir a los responsables. Esto garantiza que ningún involucrado pueda escapar a la justicia por el paso del tiempo.
Mayor severidad en las penas: Los delitos contra la humanidad conllevan sanciones más severas en el marco del derecho internacional y nacional, reflejando la gravedad del ataque no solo contra la víctima, sino contra el sistema democrático.
Obligación estatal reforzada: El Estado colombiano adquiere una responsabilidad especial en el esclarecimiento total del caso, incluyendo la identificación de todos los eslabones de la cadena criminal, desde los autores materiales hasta los intelectuales.
El precedente legal
La Fiscalía General ya había catalogado inicialmente el hecho como un «atentado político», reconociendo la condición de Miguel Uribe Turbay como senador en ejercicio y precandidato presidencial. Con el fallecimiento del político, las autoridades judiciales confirmaron que procederán a elevar el caso a la categoría de magnicidio.
Esta decisión busca honrar la memoria del senador y enviar un mensaje contundente sobre la protección de la democracia colombiana, en un país marcado históricamente por el asesinato de líderes políticos y candidatos presidenciales.
Tras de conocerse el fallecimiento del precandidato, la fiscalía general de la nación confirmó que hoy radicara la solicitud de audiencia de imputación de cargos contra los implicados en el asesinato, quienes ahora también tendrán que responder por el delito de homicidio agravado.