Por: Alejandro Cicua
Alarmantes mensajes aparecieron escritos en los espejos de los baños del Congreso de la República, que denuncian la falta de acción frente a los casos de acoso y abuso sexual en el poder legislativo.
El Congreso es el centro de atención
En la mañana de este miércoles se hizo evidente la molestia e indignación en los espejos de los baños de mujeres del Congreso, mostrando la preocupación y la falta de garantías frente a este tipo de casos, que nuevamente vuelven a estar bajo la lupa del ojo público.
En las frases escritas se lee claramente: ‘Aquí a los acosadores les renuevan el contrato” y “Rompimos el silencio y nada pasó #DenunciaInsegura’, expresiones que reflejan el descontento de las funcionarias y trabajadoras frente a la implementación de medidas para prevenir y atender los casos de violencia de género.
Leyes deficientes y protocolos mal ejecutados
Las denunciantes dejan implícito que el protocolo, diseñado para prevenir y atender la violencia de género, no se aplica correctamente, por lo cual las víctimas perciben que sus denuncias no son tomadas en cuenta.
Las acciones prometidas por parte de las entidades encargadas de atender estos casos no se han traducido en resultados concretos, dejando a las víctimas en estado de vulnerabilidad.
Protocolo de prevención en el éter
Desde hace más de dos años, las mesas directivas del Senado y la Cámara, junto con la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer, discutieron y presentaron un protocolo cuya misión principal, es prevenir y atender la violencia de género.
Según el informe final del protocolo, hasta julio de 2023 se reportaron alrededor de nueve denuncias, siendo siete mujeres y dos hombres los denunciantes. Para 2024, solo se registró un caso, demostrando que sus resultados son más idealistas que realistas.
Son múltiples las falencias que han identificado las personas acogidas por este protocolo. Algunas de las más importantes son las fallas estructurales, como las ausencias de mecanismos de investigación y sanción, la falta de garantías sobre el cumplimiento de órdenes judiciales y la carencia de enfoque para las poblaciones diversas.
Rompiendo el silencio
Se conoció que una de las denunciantes y autora de uno de los mensajes es Tania Acero, es una de las mujeres que adoptaron el protocolo antiacoso, sin resultados aparentes, y también afirma que su agresor continua operando.
Los mensajes han generado un gran impacto en redes sociales, poniendo en evidencia el problema estructural dentro del poder legislativo. Los mensajes plasmados no solo denuncian la falta de acción, sino que también son un grito de frustración para quienes han roto el silencio.
Estas acciones de llamado de atención buscan resaltar la necesidad de estudiar y fortalecer los mecanismos existentes para garantizar la seguridad en un entorno laboral, especialmente dentro del Congreso.
Denuncias que no son escuchadas
Tania Acero, es una funcionaria del Congreso de Colombia, denunció públicamente ser víctima de agresión sexual por parte de Juan Camilo Díaz, un empleado vinculado a la oficina de prensa de la Cámara de Representantes.
A pesar de haber activado el protocolo de violencia de género del Congreso, ella denunció que no ha recibido el acompañamiento prometido por ente gubernamental, la denuncia fue presentada en enero, pero su agresor sigue desempeñándose en su cargo.
Lo que ha generado preocupación por su seguridad, según lo establecido en el protocolo, solo recibió una llamada sin orientación sobre los pasos a seguir, sin ningún tipo de acompañamiento adicional.
No es la primera denuncia
Tania reveló que, desde su denuncia, varias mujeres se han acercado a ella para compartir experiencias similares con el mismo sujeto, aunque muchas de ellas se quedaron en silencio por temor a represalias.
Sin embargo, el hecho de compartir espacio de trabajo con su agresor la pone en riesgo física y emocionalmente, lo que califica como violencia sistemática, perpetuando un entorno inseguro para las afectadas.
En respuesta a la situación, el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Raúl Salamanca Torres, condenó los hechos ocurridos en los baños del Congreso y destacó la necesidad de tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad dentro de la institución.
En su comunicado, el presidente de la Cámara de Representantes reafirma el compromiso de la Cámara de convertir el Congreso en un entorno seguro. Aseguró que los hechos denunciados no solo atacan a las víctimas, también afectan la integridad de una de las instituciones más importantes de la democracia colombiana.
Recalcó que la impunidad no debe ser una opción y que los responsables deben enfrentar las consecuencias legales, aunque existen rutas y canales de apoyo, estos no son suficientes para prevenir y erradicar la violencia de género en el entorno legislativo, por lo que instó a fortalecer los mecanismos de prevención y protección para evitar futuros incidentes.
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