La Conmebol Copa América, es el torneo de selecciones más antiguo, fundada el 2 de julio de 1916, antes de eventos trascendentales en el mundo futbolístico como: La Copa Mundial de Fútbol (1930), y la Eurocopa (1960).
Por: Ludys Sará
La Copa América, certamen que estaba planeado para realizarse entre Colombia y Argentina, en junio de 2020, pero producto de la pandemia que se vive a nivel mundial y azota fuertemente a Sudamérica, se postergó para el 2021, con la esperanza e ilusión de que la situación estuviera mejor y tener un gran evento, especialmente para Colombia, porque cuando fue única sede en 2001, quedó con sinsabores y éste era un buen momento para la reivindicación, de no ser por la difícil situación que enfrenta el territorio nacional, pero una vez más las cosas no salen como se esperaba.
A pesar del incremento de contagiados y fallecidos por el Covid-19, Colombia no desistía de realizar la competencia, y menos cuando la otra sede, Argentina, en sus inicios decía que por la misma situación no estaba segura de continuar como anfitriona. Colombia, por su lado, seguía firme para la realización del certamen a única o doble sede, pero al final se quedó sin nada.
Desde hace un par de semanas cuando empezaron los disturbios a nivel nacional y acercándose los días para la realización de la actividad deportiva todo se empezó a desanimar y decepcionar del evento.
Colombia, ha sido el único país en la historia del fútbol en renunciar dos veces a un acontecimiento de talla mundial. La primera vez lo hizo cuando era sede para el Mundial de Fútbol de 1986, por los posibles cumplimientos requeridos por la FIFA, como la capacidad de los estadios para 40.000, 60.000 y 80.000 espectadores. Exigencias que no se efectuaron y conllevaron a la renuncia del evento en la nación, haciéndose pública el 25 de octubre de 1982, en una alocución del entonces presidente de la República de Colombia, Belisario Betancur Cuartas. Y el complemento de todo se selló con la no clasificación del Combinado Patrio al mundial que se realizó en México.
La segunda renuncia se dio el 20 de mayo de 2021, después de varias semanas de ires y venires, de si era posible o no realizar la Copa América, en medio del lamentable momento que atraviesa el país. Aunque, los entes encargados de la realización del evento como el Gobierno Nacional y el Ministerio del Deporte, en cabeza del señor ministro Ernesto Lucena, hacen ver que no es dimisión, sino que la Conmebol, es quien toma la decisión de que Colombia no sea sede por todos los problemas que tiene el país de orden público y no quedar mal vistos después de insistir tanto en algo que no era prudente realizar en este instante. Una salida políticamente correcta dejar la responsabilidad de realizar o no el evento deportivo en el país, en manos del alma máter de la organización; es decir, de la Conmebol, y la no realización quedaría como una determinación de otros y no propia.
Además, que estas últimas semanas indicaban que las condiciones no estaban dadas para un acontecimiento de tanta envergadura. De no creer lo que hizo el ministro Ernesto Lucena, pide el aplazamiento de la Copa América; que está postergada desde hace un año, que se va a realizar sí o sí, independientemente, de si Colombia es sede o no, y como si desconociera el calendario FIFA que se aproxima para las fechas eliminatorias de Qatar 2022. La negación a su petición era evidente por lo colgado que están los partidos, debido a la cancelación de las fechas 5 y 6, del mes de marzo que no jugaron por la pandemia, y serán recuperados en los meses de septiembre, octubre y noviembre.
Lo que indica que habrá fecha a triple partido para ponerse al día con las fechas anteriormente aplazadas. Son muchos los partidos que faltan para la clasificación del mundial y espacio para los de la Copa América, para ser jugada en noviembre como pedía el Ministerio del Deporte es lo que menos hay.
Colombia, fue sede de este certamen en 2001, y salió campeón. Único título que ostenta en su palmarés el equipo mayor de Los Cafeteros. En ese entonces, el país también estaba inmerso en una crisis nefasta; secuestros, carros bombas, y una fortísima inseguridad, lo que incluso hizo tambalear la realización del evento, pero contra viento y marea se llevó a cabo. Al final no fue lo que se esperaba, porque hubo países como Argentina, que no participaron por miedo al difícil momento que vivía el país. Canadá, como invitado por la Concacaf, tampoco aceptó, y Brasil, por su lado, envió a la competencia un equipo alterno. En medio de todas esas arandelas, el miedo y todo lo que rodeó el torneo La Tricolor, ganó un título agridulce.
No se puede desconocer el esfuerzo que hizo el Ministerio del Deporte, para realizar el certamen, pero debido al momento coyuntural que enfrenta el país no solo por la pandemia, sino también por las manifestaciones e inconformidades con el gobierno, está claro que no era la ocasión para hacer fiesta futbolística. Si bien es cierto que la cancelación del evento no va a solucionar los grandes problemas que tiene la nación, es bueno solidarizarse con el pueblo herido, ultrajado y cansado de tantas dificultades.
