El Municipio de La Calera, está en el epicentro de una controversia que podría poner en jaque a una de las multinacionales más poderosas del mundo: Coca-Cola Femsa. Según un reciente reportaje de Vorágine, el pasado 11 de agosto se revelaron inquietantes detalles sobre el uso del agua en este municipio, donde mientras la población sufre racionamientos diarios, la empresa embotelladora extrae miles de litros sin restricciones.
La planta Manantial, operada por Coca-Cola Femsa, cuenta con una concesión otorgada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) que le permite extraer hasta 3,23 litros por segundo de agua. Este permiso, vigente desde 1984 y actualmente en proceso de renovación, es señalado como obsoleto por parte de los habitantes, quienes hoy enfrentan una escasez alarmante debido a fenómenos de sequía y al uso intensivo del recurso por parte de la industria.
A pesar de las limitaciones hídricas, la multinacional sigue su operación en la zona, llegando a extraer hasta 279.000 litros de agua diariamente. En contraste, los residentes de La Calera dependen de la empresa ESPUCAL, que abastece a la comunidad mediante camiones cisterna. Esta realidad genera una oleada de indignación entre los habitantes.
Alfred Ballesteros, director de la CAR, en entrevista con Caracol televisión comunico lo siguiente “sucede que ese permiso fue otorgado en el año 1984” sustentando que ese permiso se concedió en ese entonces cuando no había escases del agua y agrega “está en estudio, para entender cuál es la fuente hídrica y cuál es la demanda y con base a eso establecer si hay aguas suficientes en primer lugar para las comunidades y en segundo para otra clase de usos”
“En la actualidad la comunidad no está dirigida como tercera en el proceso (…) en el expediente no evidenciamos incomodidades de la comunidad” puntualizo.
La situación de La Calera se agrava por su contribución al sistema hídrico de la capital. Este municipio es clave para la infraestructura del agua en Bogotá, al albergar la planta de tratamiento Francisco Wiesner y el embalse San Rafael, ambos partes del sistema Chingaza, que no solo abastece a La Calera, sino también a gran parte de Bogotá y municipios cercanos. Paradójicamente, mientras este sistema garantiza agua a millones de personas en la capital, los habitantes del lugar donde se origina siguen luchando por su acceso.
El alcalde de Bogotá, Carlos Galán se refirió frente a la desinformación que se aborda en el marco del manejo de aguas, dijo lo siguiente “Bogotá no tiene nada que ver con el agua que Coca-Cola extrae de La Calera (…) la estrategia aquí es clara desinformar acudir a mentiras”
El reportaje de Vorágine destapo una herida que estaba latente en La Calera, donde los residentes ahora esperan que las autoridades tomen medidas para asegurar que sus necesidades básicas sean priorizadas sobre los intereses de grandes corporaciones. Mientras tanto, el debate sobre la renovación de la concesión a Coca-Cola Femsa sigue en curso, y la comunidad no planea quedarse callada ante lo que consideran una flagrante injusticia.
